Conforme van pasando los cursos en la ESO, y a pesar de la mejoría experimentada en los últimos años, se van cayendo alumnos del sistema. El abandono prematuro de los estudios continúa siendo un lastre para la educación en Andalucía. Por ello, el Consejo de Gobierno de la Junta aprobó en noviembre el Plan de Éxito Educativo de Andalucía 2016-2020, que plantea como principal objetivo incrementar la tasa del alumnado que obtiene la titulación en Bachillerato o FP hasta al menos el 85% de la población entre 18 y 24 años, tal y como establece la Estrategia Europea de Educación 2020. El documento establece 63 medidas «para facilitar el éxito académico del alumnado y consolidar una política educativa de calidad, inclusiva y equitativa», según la consejera.

Entre las medidas del Plan aprobado, destacan las orientadas a erradicar el fracaso escolar aumentando la tasa de graduación en Secundaria Obligatoria; la mejora de la formación del profesorado y la reducción de su carga burocrática; la introducción de cambios metodológicos; la apuesta por los idiomas; la detección temprana de las dificultades de aprendizaje; el perfeccionamiento de los programas de tránsito entre niveles, y la diversificación de la oferta de FP. Algunos sindicatos, como Ustea, creen que el Plan es «ajeno a la realidad de las aulas andaluzas».