Pedro Sánchez se ve ganador de las primarias del PSOE, o al menos eso es lo que quiso transmitir a las más de 2.000 personas que abarrotaron el pabellón deportivo de Burjassot, una localidad pegada a Valencia. El exsecretario general apuntó sin dudar que la militancia castigará a la gestora socialista por facilitar la investidura de Mariano Rajoy. «Los militantes que no fueron escuchados el 1 de octubre para decidir la abstención de Rajoy vaya si van a ser escuchados ahora. Esta fuerza es imparable, este proyecto va a ser el mayoritario», sentenció.

«La abstención no ha cambiado nada, veo a los jóvenes emigrar, a los padres parados de larga duración, a Bárcenas en la calle y a Rajoy en la Moncloa», lamentó. Y agrupó a Susana Díaz y a Patxi López en una misma corriente antigua y afín a la gestora. «Habrá muchos candidatos, pero aquí solo hay dos opciones, el PSOE del siglo XX o el del siglo XXI; el de la abstención a Rajoy o el que quiere la militancia y los votantes; un partido de izquierdas, creíble y autónomo», extremó. «El PSOE estará enfrente, no al lado ni debajo del PP», remachó.

Sánchez contraprogramó la presentación de la candidatura de la presidenta de la Junta y todo su equipo se esforzó en subrayar las diferencias entre ambos, pues la suya, dijo, es «la candidatura de la militancia». Para refrendar esa idea, las dos primeras canciones que tocó la charanga cuando empezó a calentar el ambiente fueron La Internacional y Paquito el Chocolatero. Compromiso, fiesta y muchas camisetas rojas con el perfil del candidato, que se vendían a cinco euros en la puerta.