El Ayuntamiento de Córdoba aún debe definir las medidas y proyectos concretos a los que destinará los 15 millones de euros de fondos europeos, más los 3,7 millones de las arcas municipales, aunque dispone de un punto de partida, el dossier enviado al Ministerio de Hacienda para conseguir el dinero. Ese informe, al que ha tenido acceso este periódico, realiza un diagnóstico de la ciudad y expone los cuatro ejes que hay que desarrollar, de los que surgen 19 objetivos, que, a su vez, incluyen 39 líneas de actuación -con plazo y presupuesto-, que el Ayuntamiento tendrá que concretar a partir de ahora para poder ejecutarlas entre los años 2017 y 2022 -el dinero debe estar justificado antes de diciembre del 2023-. Entre esas líneas de actuación hay propuestas de rehabilitación y de peatonalización, que, junto al resto, persiguen una «ciudad moderna, inteligente, sostenible, amable, dinámica, competitiva e integradora», según consta en el documento.

Dentro del eje que busca una economía baja en carbono, en el que hay 10 medidas con una inversión plasmada de 4,6 millones, el plan de Córdoba incluye actuaciones para mejorar la movilidad urbana sostenible como la «construcción de itinerarios peatonales preferentes» o «actuaciones de micropeatonalización» en zonas con mayor concentración de viandantes. La idea inicial es dedicar a ese fin 468.750 euros -las cifras son provisionales-. Sin embargo, la medida que aparece con más dinero -un millón- es la destinada a ampliar la red de vías ciclistas para llegar a zonas periurbanas. Otra idea es mejorar el transporte colectivo aumentando la frecuencia de los servicios un 20% con más carriles bus y mejores autobuses -656.250 euros-, así como reducir un 20% el tráfico urbano en los principales viarios -281.250 euros-.

En ese mismo eje hay varias medidas de rehabilitación encaminadas a mejorar la eficiencia energética de los edificios, tanto públicos como privados (en este caso, a través de incentivos), con actuaciones en su fachada -703.125 euros-, en las instalaciones eléctricas -187.500-, o la sustitución de la climatización -234.375-. También se usarán energías renovables en edificios públicos singulares -140.625-. El plan ve necesario un análisis previo para priorizar actuaciones y campañas informativas, así como actuar en las zonas más desfavorecidas.

Dentro del eje que persigue proteger el medio ambiente, en el que hay 6 medidas con una inversión de 6 millones, destacan acciones de rehabilitación de zonas verdes públicas y de mejora del patrimonio natural, como la puesta en valor de parques urbanos para usos turísticos y culturales -1,8 millones-, actuaciones en la Vega y la Sierra -un millón-, y el acondicionamiento de caminos para hacer más accesible el patrimonio natural -otro millón-. Además, otro de los objetivos es mejorar los entornos urbanos degradados, para lo que se prevé la rehabilitación de zonas industriales obsoletas -600.000-. Por último, se reducirá la contaminación acústica -360.000- y habrá medidas de protección contra incendios en el ámbito forestal -840.000 euros-.