Padres, directores de centros y profesores coinciden en el importante papel de las familias para evitar el abandono escolar temprano de los alumnos pero también, y mucho más importante, en el nivel sociocultural y económico en el que viven las familias, que muchas veces los aboca a tener que dejar los estudios. La presidenta de la FAPA Ágora, María José Priego, reconoce que hay programas del Ayuntamiento y la Junta que inciden en evitar el absentismo escolar y el abandono educativo temprano, pero muchas veces si «los padres no tienen ayuda externa, si no nos aportan recursos externos, es difícil hacer frente a determinadas situaciones», como niños que dejan los estudios para trabajar y ayudar a la familia. También Inmaculada Troncoso, coordinadora en Córdoba de la Asociación de Directores de Institutos de Andalucía (Adian), entiende que «el valor que se le da a la educación por parte de las familias influye en que los niños titulen» y que «está claro que la exigencia del cumplimiento de la escolarización obligatoria hasta los 16 años no todo el mundo la entiende de la misma manera». Troncoso señala que «existe preocupación» en los centros por este tema, sobre todo en los que se encuentran en zonas más deprimidas o de compensatoria.

Por su parte, Elena García, responsable del sector de enseñanza del CSIF en Córdoba, señala que «además de poner el acento en programas de tipo social para paliar este problema, como es el caso de la gratuidad de los libros de texto o el plan de apoyo a las familias, también es necesario arbitrar otra serie de medidas que redunden en una enseñanza más individualizada, produciéndose de este modo bajadas de ratio o desdobles en las áreas instrumentales y en las de idiomas» y más oferta en FP.