El éxito le prestó solo tres horas para dormir, así que llega agotado a la décima entrevista de la jornada. Pablo Iglesias, cabeza de lista de Podemos en las europeas, se ha convertido en la revolución de unos comicios que no parecían interesar a casi nadie. En solo 130 días inscribió su organización en el registro de partidos y ha conseguido cinco eurodiputados.

Se va a Bruselas con sus camisas de cuadros y su coleta. Dice que volverá, si se lo piden, para presentarse a las generales. De momento, hoy, a las nueve, vuelve a madrugar y deja la épica para los titulares de los periódicos. Del mitin, pasa al aula de la Universidad Complutense de Madrid, donde da clases de Geografía Política.

--Menudo disgusto que le ha dado a Rubalcaba. Podemos le ha robado al PSOE la mayor parte del millón largo de votos que ha conseguido.

--Lo que le ocurre al PSOE es la crisis de los partidos de la casta. Las élites de su cúpula han demostrado que tienen muy poco que ver con sus votantes. Es normal que buena parte de ellos digan "no me engañáis más".

--Usted dice que hay que acabar con la casta. ¿Que Rubalcaba deje su cargo puede entenderse como que el PSOE toma nota?

--Yo no soy sectario. Voy a proponer la limitación de los sueldos de los eurodiputados. Nosotros vamos a cobrar 1.930 euros. Los eurodiputados del PSOE cobran 8.000. Nosotros no vamos a viajar en business , vamos a renunciar al plan de pensiones privado. Que hagan lo mismo. Cuando oiga a alguien de la élite socialista que dice lo mismo, lo creeré. Mientras tanto, son casta.

--Les van a acusar de neopopulistas con esas medidas.

--Entonces, ¿qué son los que cobran 650 euros? Lo que yo digo es que me parece indecente que un eurodiputado cobre 8.000 euros cuando el salario mínimo en nuestro país es de 650. ¿Esto es populismo? Esto es la puñetera realidad. ¿Por qué un eurodiputado tiene que cobrar más que un profesor universitario, que un neurocirujano, que un funcionario? Es una tomadura de pelo.

--¿Cuál es el reto de Podemos? ¿Hasta dónde quieren llegar?

--Nacemos para ganar y para poder construir junto a otros, buscando espacios de convergencia, un Gobierno decente que defienda a sus ciudadanos. Se puede configurar una gran mayoría social en la que no sobra nadie. No vamos a preguntar a nadie qué votó en el pasado.

--Suena a un pacto de legislatura con partidos de izquierda.

--Me estás haciendo la pregunta del millón. ¿Gobernaría con el PSOE de ahora, el PSOE de los recortes sociales, de las puertas giratorias? No. Nosotros diremos "programa, programa, programa". Si hay un programa que defienda los derechos de los ciudadanos, ningún sectarismo. Ahora, dudo mucho que un partido cuyos jefes acaban en Gas Natural o en Endesa asuma un programa así.

--Los estrategas socialistas tenían muy claro que, si bien el enemigo público era el PP, las fugas de votantes se iban a IU. ¿Cree que el PSOE les infravaloró?

--Es probable, nosotros percibimos una enorme arrogancia de muchos actores políticos. Las arrogancias se pagan en política. Había muchos que nos decían que somos demasiado jóvenes. El problema es que en este país hay demasiado viejo y no pueden representar un tapón.

--¿Volvería de Bruselas para presentarse como candidato a las elecciones generales?

--Lo tendríamos que discutir en un debate estratégico.

--Pero, ¿le gustaría?

--Sí, me apetecería. Pero no es el debate ahora, lo que toca es demostrar que el Europarlamento no tiene por qué ser un cementerio de elefantes.

--El bipartidismo, ¿está muerto o esto es solo un batacazo?

--Es el golpe más fuerte que ha recibido la partitocracia de la casta desde que naciera el régimen del 78. Pero no están muertos todavía. Están en retirada.

--¿Son partidarios del derecho a decidir?

--Sí, claramente partidarios. Nos parece un chiste que una fuerza como CiU, que destruye sistemáticamente las bases de la soberanía que son los servicios públicos, plantee cuestiones soberanas en Cataluña. Pero si algo han demostrado las derechas, vasca, catalana y española, es que tienen únicamente una patria: su dinero. Por eso nos resulta extraño que los que privatizan hablen de soberanía. El derecho a decidir debería llevarse a todo y en particular a la economía.

--En todas las papeletas electorales estaba el logotipo del partido, salvo en la de Podemos, que era su cara. ¿Es necesario ese liderazgo?

--Es un síntoma más de debilidad que de fortaleza. Fue decisión del equipo de campaña, nada cómodo en lo personal para mí. Teníamos 100.000 euros para hacer esta campaña, los partidos de la casta tienen millones. Nosotros tenemos a un tipo con coleta. Cuando crezcamos hay que apostar por formas de protagonismo más corales. Y te confieso que yo en lo personal lo agradeceré.

--Lo veo saturado.

--Sí, mucho. El nivel de exposición mediática que yo tengo no se lo deseo a nadie.