La dehesa es un tesoro que hay que conservar. Así de tajante se expresó ayer el presidente de la Comisión de Agricultura del Parlamento Europeo (Comagri), Czeslaw Adam Siekierski, tras conocer sobre el terreno este ecosistema declarado por la Unesco patrimonio de la biosfera en el año 2002. Siekierski encabezó una delegación formada por miembros de la Comagri que estuvo acompañada por representantes de la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural con su titular, Carmen Ortiz, al frente. Durante la reunión que mantuvieron en Pozoblanco, la consejera les explicó la singularidad de la dehesa andaluza, que en Córdoba tiene su máximo exponente en Los Pedroches y que, a jucio de la Junta, «debería ser reconocida por la normativa europea a través de un tratamiento y respaldo específico».

El grupo inició la jornada sobre las nueve de la mañana visitando la explotación de vacuno de leche Ganadería El Cruce de Pozoblanco. A continuación la consejera y los europarlamentarios visitaron las instalaciones de la Cooperativa Ganadera del Valle de los Pedroches (Covap) y posteriormente realizaron un recorrido por la explotación de porcino ibérico en régimen de producción extensivo Dehesa el Portozuelo.

El presidente de la Comisión mostró un gran interés por las explicaciones que sobre el terreno le fueron realizando el director general de la Producción Agrícola y Ganadera de la Junta, Rafael Olvera; Ramón Guzmán, de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, y el presidente de la Denominación de Origen Los Pedroches, Antonio Jesús Torralbo, quienes pusieron de relieve la importancia de que este ecosistema sea viable económicamente para que se mantenga y las repercusiones negativas para el medio ambiente que tendría el abandono de un ecosistema que es único en el mundo. Andalucía cuenta con casi 1.000.000 de hectáreas de dehesa, de las que alrededor de 400.000 se sitúan en el norte de la provincia de Córdoba. Olvera destacó los 400.000 ejemplares de porcino ibérico existentes en las dehesas andaluzas, el millón de cabezas de ovino y las alrededor de 300.000 vacas. Además, hizo hincapié en que la dehesa es una explotación singular que responde a todos los parámetros que se exige en las explotaciones de la Política Agraria Comunitaria (PAC), siendo «una explotación sostenible donde hay biodiversidad y propicia el desarrollo rural porque necesita la labor del hombre». Olvera concluyó señalando que «la dehesa es un sistema singular y necesita una normativa singular».

Por su parte, Guzmán, tras su defensa de la necesidad de regenerar la dehesa, reclamó a los europarlamentarios que en los nuevos reglamentos tengan en cuenta no solo la implantación de nuevos sistemas agroforestales como ya está recogido, sino que incluyan también la palabra regeneración de los que ya existen, como es el caso de la dehesa, ya que con ello se facilitaría la renovación del encinar. El presidente de la comisión, que se mostró muy interesado por la historia de la dehesa y el ciclo de vida del cerdo ibérico, reconoció la singularidad de este ecosistema y expresó la necesidad de que estos espacios sean conocidos también por europarlamentarios que se dedican a otros ámbitos para convencerles de la importancia de la agricultura, así como por los ciudadanos que pagan sus impuestos.

Para Siekierski, sería «un gran pecado» olvidar zonas de producción tan específicas como estas. «Esto es un patrimonio enorme que tenemos y que debemos mostrar no solo a Europa, sino a todo el mundo, es un auténtico tesoro lo que tenemos aquí», concluyó.

Por su parte, Carmen Ortiz se mostró esperanzada en que «a partir de ahora sea más fácil comunicar lo que planteamos en este tema». Ricardo Delgado, presidente de Covap, pidió una rápida solución al coeficiente de admisibilidad de pastos.