La parálisis política motivada por tres convocatorias electorales consecutivas, y otra más en puertas, ha contribuido a hundir aún más la obra pública, que en Córdoba ha caído un 72% en el primer trimestre del 2016 en relación con el mismo período del 2015. El último balance de la patronal de grandes constructoras, Seopán, muestra que entre todas las administraciones han sacado a concurso en capital y provincia proyectos por valor de 8,5 millones frente a los 30,6 millones de un año antes. Esa cifra es la más baja de los últimos 17 años e incluso menor que la registrada en el primer trimestre del 2012, con 12,6 millones, que fue el peor año, no solo de la crisis, sino de esta serie histórica que empieza en el 2000.

Aunque puede haber más factores, en este nuevo hundimiento que continúa la tendencia negativa iniciada en el 2015 tras dos años de recuperación, influyen las autonómicas de marzo, las municipales de mayo y las generales de diciembre del año pasado y la repetición de estas últimas el mes que viene. Eso es lo que piensa el secretario general de la Asociación de Empresarios de la Construcción (Construcor), Francisco Carmona, que asegura que este primer trimestre ha sido "de pavor" y así lo reflejan los informes económicos que maneja. Además, recuerda que en febrero, en el balance del sector del 2015, Construcor ya avanzó "este desastre" al percibir "una importante desaceleración", sobre todo en la licitación pública, apuntando "unos riesgos que, de cumplirse", podrían "empeorar más la situación" y que estaban "vinculados a la incertidumbre por la falta de formación del nuevo gobierno" central. Carmona señala que "un gobierno en funciones tiene muy limitadas sus atribuciones de toma de decisiones para la aprobación de proyectos y licitación de obras de envergadura". En Andalucía ese riesgo "se ha materializado", aunque en Córdoba se ha licitado algo más. Así, el Gobierno central ha sacado a concurso obras por 1,6 millones frente a los 1,1 millones del año pasado, es decir, un 41,4% más.

En el caso de la Junta, el desplome que se produce, al pasar de 9,1 millones a solo 242.000 euros, "no tiene explicación porque no hay interinidad", afirma. A su juicio, la razón está en que "vivimos de anuncios, planes y proyectos que en la práctica no se materializan". A esto se une, añade, "una manifiesta incapacidad en cuanto a gestión porque hay cosas que podrían estar en marcha". En este sentido, recuerda que "hay problemas enquistados" como la ampliación del Palacio de Congresos de Torrijos, que sigue parada "después de un año desde la resolución del contrato", afectando al sector de la construcción, al congresual y al turismo; la remodelación de la ronda del Marrubial, que "llevamos esperando más de 15 años"; o la solución definitiva al tramo de ronda Norte de la Junta.

Entre ayuntamientos y Diputación el volumen de obra pública licitada también es menor. En este caso la caída es del 2,4% al bajar de 6,7 millones a 6,6 millones. Carmona estima que, aunque hay que esperar a ver cómo se comportan los dos próximos meses, también han podido influir las elecciones, por la "demora en la constitución de las nuevas corporaciones por pactos complejos", la revisión de "lo que estaba planificado y programado de una etapa anterior" y la elaboración de presupuestos.

Carmona augura un 2016 igual o peor que el 2012, señalando que "si esto no se reconduce en los próximos meses, tendremos que hablar de una nueva fase de recesión en la construcción, con lo que conlleva de incremento del paro", ya que "el empleo se resuelve con inversión". Aunque "como contrapunto" y "con dificultades" se está produciendo un "repunte de la iniciativa privada" por el incremento de la edificación residencial, piensa que "esa mayor actividad no es suficiente para sustituir o complementar la desaceleración tan grave de la obra pública".