La celebración del Día de la Policía con motivo de la festividad de los Santos Ángeles Custodios, sus patronos, estuvo muy marcada ayer por las reacciones al 1-O, la convocatoria del referéndum ilegal para la independencia de Cataluña que tuvo lugar el domingo pasado. Los actos registraron distintas alusiones al conflicto separatista y así se pudo observar en la misa celebrada en la Catedral de Córdoba (en memoria de los compañeros fallecidos), donde el obispo, Demetrio Fernández, dijo a los asistentes: «Pidámosle a Dios que proteja a España, porque la patria está en peligro».

Policías nacionales, agentes de las policías Local y Autonómica y de la Guardia Civil, así como ciudadanos y representantes de la sociedad civil, atendieron a estas palabras en las que el prelado afirmó que «es un día doloroso, pero contad de manera clara con nuestro apoyo». Demetrio Fernández precisó que «el instinto patriótico no es propio de una facción o de un partido político, brota del cuarto mandamiento de la ley de Dios, que nos manda el respeto a los padres e incluye obligaciones con la patria y sus legítimas autoridades». Además, de esto, puntualizó que «la situación no es nada fácil».

De este modo, admitió que «en mi oración de esta mañana, pensaba ‘Dios mío, esto no se improvisa, es fruto de una situación generalizada’» y detalló que esta cuestión se enmarca en el contexto de «deterioro de la vida moral y un querer echar a Dios, las consecuencias son éstas y otras que no se ven». Por esto, el obispo subrayó que «Dios es amigo de los hombres y nos hace hermanos, no rivales, volvamos a él».

UNA «GRAN AMENAZA» Una vez finalizada la misa, el comisario jefe de la Policía Nacional en Córdoba, Jesús Gómez, valoró estas palabras destacando que «son muy bonitas» y reconociendo que «reconforta escuchar esto», porque «nos sirve de apoyo a todos, te ayuda y te da ánimos». Gómez hizo estas declaraciones antes de acudir al campus universitario de Rabanales, donde tuvo lugar la segunda parte de la celebración del Día de la Policía.

En este entorno, el subdelegado del Gobierno en Córdoba, Juan José Primo Jurado, comentó, a preguntas de los periodistas sobre los acontecimientos que se pueden desarrollar en los próximos días, que «lo único que pido es confianza en el Gobierno, unidad de todos los demócratas, los que creemos en la Constitución y en nuestro país, unidad en estas horas difíciles. Y desear que acertemos en el Gobierno».

Sobre las actuaciones policiales del domingo pasado para evitar que se produjeran las votaciones ilegales, también señaló que «ayer no fue un día fácil, pero creo que la Policía y la Guardia Civil actuaron siempre en cumplimiento de las órdenes judiciales y en defensa de la Constitución. Por tanto, mi respaldo para ellos». Por último, avanzó que el regreso de los agentes cordobeses que están en Cataluña «depende de cómo vayan evolucionando los acontecimientos».

En las palabras dirigidas al público que se reunió en el salón de actos Juan XXIII, Primo Jurado recordó a las víctimas del terrorismo y subrayó que «junto al terrorismo, la otra gran amenaza para nuestro país es el separatismo». Así, manifestó que «los españoles son libres de estar en desacuerdo con la ley, pero no de desobedecerla».

En referencia a la labor de la Policía Nacional en Córdoba, el subdelegado recordó que «llevamos varios años de descensos históricos de la delicuencia», detallando que «podemos decir que se ha contenido». El acto celebrado en Rabanales contó con la asistencia de distintas autoridades, entre quienes se encontraron la alcaldesa de Córdoba, Isabel Ambrosio, o la delegada del Gobierno de la Junta de Andalucía, Rafi Crespín.