Mireya Cordero Azaustre tiene 27 años y lleva preparándose en torno a un año y siete meses para las oposiciones de los cuerpos generales de Justicia. Está licenciada en Derecho y posteriormente cursó un máster mientras compaginaba sus estudios con su trabajo en un despacho de abogados. Mireya, que encuentra en estas oposiciones una forma de poder realizar su vocación, afirma que «siempre he querido dedicar mi vida a la administración pública y, además, esto me permitirá una estabilidad laboral y un sueldo fijo».

De media, esta joven cordobesa dedica en torno a ocho horas diarias al estudio, descansando solo en sábado. «He tenido mucha suerte por el apoyo incondicional de mi familia y también de mi novio, que se está preparando también para las mismas oposiciones que yo», comenta sobre un proceso de preparación que, en sus palabras, «es una carrera de fondo». Sobre este proceso también destaca el papel del preparador y de las academias, señalando que «la experiencia es un factor fundamental para que te preparen adecuadamente».

En cuanto a las oposiciones a las que se presenta, esta joven se siente «tranquila». Y es que Mireya tiene claro que «no me fijo en las cifras de las plazas ofertadas, prefiero trabajar en mi día a día, centrándome en mis estudios y siendo, sobre todo, muy constante». Con esto, Mireya reflexiona sobre esta formación y afirma que «cuando estás estudiando para las oposiciones tu vida cambia mucho, pero debes tomártelo como una inversión».