Las aproximadamente 250 personas que ayer tarde se dieron cita en el hotel Eurostar Córdoba, entre los que se encontraban políticos, sindicalistas, profesores universitarios, investigadores y empresarios, muchos empresarios, pudieron comprobar la distinta manera de concebir un mismo momento económico dependiendo de la altura en la que nos situemos.

Ante la tesitura de dilucidar si, tras la opinión expuesta por Antonio Vázquez y por el vicepresidente Jiménez Barrios, estabamos o no saliendo de la crisis, no fueron pocos los que dijeron que una cosa «es la macroeconomía y otra la micro», en palabras del sindicalista Vicente Palomares, asentando así la idea de que mientras esa «mejora no se note en los trabajadores, en la disminución del paro y la mejora de las condiciones laborales», dicha recuperación no será real. A juicio del líder provincial de UGT, actualmente «hay más desigualdad y mientras eso no se resuelva, y será difícil, no podremos hablar de recuperación».

En parecidos términos se pronunciaba el presidente de los empresarios cordobeses, Antonio Díaz, quien señaló que «la crisis está aquí todavía. Es cierto que hay ya indicios favorables, pero no se puede bajar la guardia, porque en la incertidumbre actual lo mismo se sube que se baja» y añadió que «es cierto que las empresas que han superado estos años están ya vacunadas para lo que pueda venir», parafraseando al vicepresdiente Jiménez Barrios.

Por su parte, el presidente del Consejo de Administración de Andalucía Económica, Alfonso Castilla, fue también cauteloso en sus apreciaciones, pues dijo que la recuperación dependera «en gran medida de lo que todos hagamos» y defendió que «hay que valorar más al factor humano de las empresas y potenciarlo», pero recordó que la inmensa mayoría de las empresas que componen el tejido productivo andaluz, y especialmente el cordobés, son pequeñas y medianas, al tiempo que criticó que la crisis ha sido aprovechada por muchas compañías para aligerar su carga de personal, amparándose en una reforma laboral «que no ha sido nada positiva».

Desde un punto de vista más doméstico, sobre todo por el sector en el que se mueve, analizaba la situación Juan García Baena, gerente del Grupo Alsara, quien señalaba que «posiblemente la crisis haya terminado para alguna gente, que son una minoría, pero las clases medias y bajas, continúan igual». Y aportó un dato fundamental, observado desde el grupo de distribución al que representa: «el consumo en productos de alimentación no ha aumentado y no lo hará mientras no suban los salarios y se mejore el empleo». Por su parte, Rafael Bados, presidente de los comerciantes de Córdoba, mostró su esperanza de que «terminen de disiparse las incertidumbres y no nos consolemos pensando que ya está todo superado y sea verdad que regresamos a tiempos de bonanza».

Todas estas opiniones vienen a reflejar fielmente lo que supuso el acto que presentó el redactor jefe de Diario CÓRDOBA Rafael Aranda, que no fue otra cosa que un vuelo, a distintas alturas, sobre el territorio económico en el que nos desenvolvemos, ofreciendo ópticas distintas según la cota desde la que lo queramos analizar.