La manifestación convocada por los sindicatos europeos para reclamar Empleo y justicia social fue secundada ayer por miles de cordobeses, que pidieron en la calle una rectificación de la reforma laboral y defendieron los servicios públicos. El baile de cifras de asistentes que ya se dio el pasado 19 de febrero volvió a repetirse con cálculos muy dispares, y mientras CCOO y UGT estimaron que habían acudido unas 20.000 personas, el Ayuntamiento facilitó un número oficial de 5.000 participantes y la Policía Local presente en el lugar afirmaba que eran unos 10.000.

Las organizaciones convocantes se mostraron satisfechas por la respuesta de los cordobeses y confirmaron que están barajando la posibilidad de llamar a la huelga general en una fecha que se puede decidir "dentro de unos días", según destacó el secretario general de UGT, Antonio Fernández. La protesta partió de la glorieta de la Media Luna y finalizó en Colón, y contó con la asistencia de la Plataforma de organizaciones sociales, que defendía los servicios públicos, así como representantes de otros colectivos. A la cita acudieron numerosos responsables del PSOE, entre ellos su secretario general, Juan Pablo Durán, y la diputada Rosa Aguilar. Asimismo, IU (con la concejala Pepa Contreras), PA (con su candidato al 25--M, Antonio Manuel Rodríguez), CNT, las juventudes socialistas y comunistas, PCE y Ustea fueron otras organizaciones que se sumaron a la movilización. Antonio Fernández subrayó, además, la voluntad de los sindicatos de contar con el apoyo de los parados, las pymes y los autónomos, porque "la reforma les va a perjudicar frontalmente".

Los manifestantes se dirigieron a José Antonio Nieto al grito de "alcalde, escucha, el pueblo está en la lucha", protestaron "contra los recortes sociales y laborales" y se solidarizaron con Baltasar Garzón "y contra la impunidad de los crímenes del franquismo". Por su parte, Antonio Fernández explicó que la manifestación pretendía alertar sobre "unas políticas injustas e inútiles" y advertir que "existen otras medidas para salir de este pozo en el que nos han hundido los grandes capitales y los gobiernos de derecha de Alemania y Francia". Su homólogo en CCOO, Rafael Rodríguez, explicó que "no se puede hacer solo política de recortes" e instó a tomar medidas que permitan el crecimiento económico y regulen los mercados, entre otras soluciones.

En la manifestación también se aludió de forma directa al Gobierno municipal. Así, el secretario general de CCOO apuntó que "no venimos obligados, señor alcalde, no somos carne de cañón, somos trabajadores", y anunció una nueva movilización el 11 de marzo. De otro lado, Antonio Fernández señaló que el Ayuntamiento no les había permitido tener los medios deseados y sentenció, en alusión al 25--M, que "ningún trabajador puede votar a la derecha".

La diputada Rosa Aguilar apuntó que "no se puede consentir una reforma laboral que rompe la relación social entre sindicatos y empresarios". Por su parte, el ex alcalde Julio Anguita describió como una "barbaridad" las políticas que se están desarrollando y precisó que "no sé si los sindicatos, y mucha gente que viene, saben que esto es una guerra total. Aquí no hay empate, o gana el Gobierno o ganamos nosotros".