Aantonio Cruz-Conde y Conde, que fuera alcalde de Córdoba entre 1951 y 1962 y presidente de la Diputación durante los cinco años siguientes, falleció ayer en su domicilio a la edad de 93 años. Ultimo exponente de una saga de alcaldes que se remonta al siglo XIX, de la que el más conocido es su tío José, que da nombre a la céntrica calle cordobesa, Antonio Cruz-Conde es recordado como el regidor municipal que tuvo visión de futuro y energía como para sacar adelante las grandes infraestructuras de la ciudad en unos tiempos de penuria económica y atraso social.

Bajo su mandato, Córdoba se dotó de un servicio municipal de abastecimiento de aguas, se edificaron viviendas sociales para las clases más desfavorecidas y se hicieron, por su empeño y claridad de miras, dotaciones, enlaces y vías de comunicación que, aún hoy, son las que dan respiro a la ciudad, como la avenida del Conde de Vallellano o el Parque Cruz-Conde.

El ex alcalde será enterrado hoy en el panteón familiar del cementerio de la Salud. Previamente, a las 13,30, se celebrará una misa de corpore in sepulto en la iglesia de San Miguel. El velatorio se desarrolló ayer en la más estricta intimidad, por deseo de la familia, en su casa, el palacio familiar de la calle Conde de Torres Cabrera. Una portavoz de la familia explicó ayer a este periódico que, aunque ya se esperaban el deceso debido a que en los últimos meses se había encontrado mal, sus familiares estaban anoche embargados de una profunda emoción.

En la última entrevista de prensa que concediera Antonio Cruz-Conde, el ex alcalde le comentaba a la periodista Rosa Luque que "quisiera que los cordobeses pensaran de mí que fui un hombre honesto que ejerció la política con absoluto desinterés". Esa vocación de servicio, vivida en un entorno familiar acostumbrado a los cargos públicos, hizo de Antonio Cruz-Conde una persona respetada y querida. Estuvo casado con Guadalupe Suárez de Tangil y Guzmán, con la que tuvo cinco hijos, de los que uno, Fernando, es sacerdote y párroco en Lucena. Ostentaba las distinciones de Hijo Predilecto de la Provincia de Córdoba, Medalla de Oro de la Ciudad, académico de honor de la Academia de Córdoba, Caballero de la Gran Cruz de Isabel la Católica y medalla al Mérito Civil, entre otras condecoraciones.

"NO PASO DESAPERCIBIDO"

La alcaldesa de Córdoba, Rosa Aguilar, señaló ayer que Antonio Cruz-Conde fue un alcalde "que no pasó desapercibido, que miró por su ciudad, y que tenía un sentimiento expreso hacia Córdoba que lo mostró desde el ejercicio de su responsabilidad".

Para la alcaldesa, "en su época de alcalde, Antonio Cruz-Conde cuidó de Córdoba, y es de agradecer, porque en ese tiempo hubo ciudades que sufrieron el paso de sus alcaldes. Eso, en aquella época, ya era mucho. Por eso es de agradecer lo que hizo por su ciudad", concluyó.