Sobre la una de la madrugada de este viernes un Audi de color negro se saltaba un control policial en la avenida de la Diputació -vial que une Cambrils y Salou- y atropellaba a una agente de los Mossos d'Esquadra, que por su parte vaciaba el cargador de su arma contra el vehículo.

El automóvil, perseguido a tiros por el compañero de la policía herida, continuó su marcha y atropelló a cuatro o cinco personas. Murió una mujer de 61 años, debido a los politraumatismos sufridos al ser embestida. El coche finalmente volcó en la rotonda del Club Nàutic a causa de los disparos del policía. Tras el accidente, el mismo agente, empuñando un arma larga, abatió a cuatro de los cinco terroristas.

"Le hemos llamado para trasladarle todo nuestro apoyo", explicó el major de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero. "Ha matado a cuatro personas", subrayó para evidenciar que se trata de un hombre sometido a un gran estrés emocional en esos momentos.

El quinto huye

El quinto pasajero logró huir del policía. Iba armado con un cuchillo. Fue interceptado tras esta agresión por agentes de paisano.El hombre murió a tiros tras desobedecer los avisos de los policías que le ordenaban que se tumbara en el suelo.

Los cinco terroristas llevaban cinturones explosivos. Según parece, era simulados. Sin embargo, la unidad TEDAX de la policía catalana ha llevado a cabo algunas detonaciones controladas durante la noche para evitar cualquier riesgo.

Este viernes por la mañana hay poco tráfico y poca gente por las calles de Cambrils y mucha conmoción, y repulsa. Es la imagen de este viernes de agosto, diametralmente opuesta al bullicio habitual de este municipio turístico que aplaude hoy la fulminante actuación de los Mossos d'Esquadra.

El fuerte despligue policial tras el atentado de Barcelona ha sido "determinante" para evitar otra tragedia en Cambrils, opina la alcaldesa, Camí Mendoza.

Centenares de personas quedaron confinadas en locales de ocio hasta que los Mossos, sobre las dos y media de la madrugada, les dejaron salir escalonadamente. Hoy muchos han ido a recuperar sus vehículos, atrapados en párkings y estacionamientos, con el susto aún en el cuerpo. "Anoche pasamos muchísimo miedo, pero hoy es otro día y hay que continuar", dice uno.

La gente se esfuerza por recuperar la normalidad y seguir adelante con sus vacaciones y sus rutinas diarias. Es el caso de Anna, que se dirige con paso firme a la peluquería. "Tengo hora y no tengo miedo", zanja.

Cinco de los heridos, arrollados por los terroristas, continúan ingresados en hospitales de Reus y Tarragona, dos de ellos graves, y se multiplican las muestras de repulsa al terrorismo, con minutos de silencio en Tarragona, Reus y Valls, entre otras muchas localidades.

La capital se preparaba hoy para vivir una de las verbenas más emblemáticas de su fiesta mayor, pero se han suspendido todos los actos, incluso los 'castells', tras una junta de portavoces de urgencia.

Por otro, el comisario jefe de los Mossos d’Esquadra, Josep Lluís Trapero, reveló poco antes de la medianoche del jueves que el atentado terrorista de la Rambla de la capital catalana está conectado con la explosión de la noche del miércoles en la urbanización Montecarlo de Alcanar Platja, en Alcanar (Montsià). En esta deflagración una persona murió mientras, al parecer, manipulaba bombonas de butano. Los agentes que han inspeccionado las ruinas han hallado más de 20 bombonas. En la explosión resultó herida una segunda persona que ocupaba la vivienda, hospitalizada en el Hospital Virgen de la Cinta.

Por otro lado a la una de la madrugada se produjo un nuevo atropello masivo en el paseo marítimo de Cambrils, en Tarragona. Pero, al parecer, la furgoneta volcó y agentes de los Mossos pudieron abatir a tiros a los cinco ocupantes. Cuatro de ellos fallecieron durante el tiroteo y un quinto pudo ser detenido, herido, aunque ha fallecido horas después. Los atacantes llevaban también cinturones explosivos que, aparentemente, son falsos. Entre los ciudadanos atropellados no se cuenta ninguna víctima mortal. Aunque sí hay seis personas heridas, una de ellas grave y otra en estado crítico. Entre los heridos, un agente de las fuerzas de seguridad.

La acción tiene relación con el atentado de Barcelona de unas horas antes. Emergencias ha recomendado a la población mantenerse confinada en casa por motivos de seguridad.

La conexión de Alcanar

Documentos hallados entre los escombros de la vivienda que se ha volatilizado han permitido establecer la conexión entre lo que tramaban los inquilinos de la casa de Alcanar con la matanza de Barcelona. Al descubrirlo, agentes de los Mossos se han desplazado inmediatamente al hospital en el que se encontraba ingresado el herido, un hombre originario de Melilla. Este, sin embargo, se ha negado a responder las preguntas de los policías, que han decidido detenerlo.

El hallazgo documental ha permitido también establecer una segunda conexión, con Driss Oukabir, un hombre marroquí residente en Ripoll. Todo apunta a que la furgoneta con la que se ha perpetrado el atropello masivo fue alquilada a su nombre.

Ninguno de los dos, por lo tanto, conducía la furgoneta. El principal sospechoso iba solo y, tras atropellar inclementemente a un centenar de ciudadanos que paseaban por la Rambla, ha detenido el vehículo a la altura del Liceu y ha huido a pie, sin mostrar ningún arma.

Segunda explosión en Alcanar

La acción de la retroexcavadora, al remover los escombros, ha provocado una segunda explosión. Según el alcalde de Alcanar, Alfons Montserrat, había una cámara de gas que ha estallado a causa de una chispa surgida por un golpe de la pala de la máquina. Los heridos en esta segunda explosión, ocurrida en la tarde del jueves, son seis agentes de los Mossos d’Esquadra que se encontraban en el lugar -uno de ellos grave-, dos bomberos -heridos leves- y el operario de la retroexcavadora.

Montserrat ha explicado, sobre la primera explosión, que la principal hipótesis es que los dos inquilinos de la vivienda estaban manipulando bombonas de gas. Otras informaciones obtenidas por este diario, no obstante, apuntan a que esta cámara de gas podría tratarse en realidad de un zulo en el que se guardaba una sustancia, distinta del gas butano, que ha provocado la deflagración.

Según los vecinos de Alcanar, en esta casa vivían dos hermanos de origen magrebí. En las dos explosiones, en total, ha muerto un hombre y han resultado heridas 16 personas.