Hace justo tres años, el alcalde, José Antonio Nieto, daba un giro de 180 grados a un proyecto con el que Córdoba llevaba más de una década ilusionada. En marzo del 2012, Nieto anunciaba la muerte definitiva de aquel centro de congresos de renombre, diseñado por el arquitecto holandés Rem Koolhaas para Miraflores, y el nacimiento de una iniciativa, más modesta pero no por ello menos ambiciosa, en el Parque Joyero, que desde ayer se encuentra en obras. Tras 15 años de espera, Córdoba inicia el camino que más la acerca a ese anhelado edificio para congresos, ferias y todo tipo de eventos.

El Palacio del Sur, undeseo que se resiste

Miraflores fue el destino elegido para el Palacio del Sur, convertido en ese deseo que Córdoba estuvo a punto de conseguir en dos ocasiones pero que nunca llegó a ser una realidad. La idea nació a finales de los noventa pero maduró en el 2000, cuando el Ayuntamiento, con Rosa Aguilar como alcaldesa de IU, convocó un concurso para elegir el diseño del centro de congresos, que ganó Rem Koolhaas y que quería iniciar en el 2003. El proyecto partía con un presupuesto de 64,4 millones. La intención era que la iniciativa privada lo construyera y gestionara, ya que incluía un hotel y galerías comerciales, pero todo se complicó y retrasó, ya que el primer concurso de obras quedó desierto y hubo que innovar el PGOU. En el 2004, Ferrovial resultó elegida por el Ayuntamiento para hacer realidad el Palacio del Sur de Koolhaas, iniciativa para la que debía buscar 82 millones y que fue una misión imposible, sobre todo, porque los números iban creciendo con el tiempo.

Un pequeño retoque parafacilitar la ejecución

Como los años pasaban, el Palacio del Sur se encarecía y no había primera piedra, la alcaldesa decidió darle un giro para facilitar su ejecución en el 2008, cuando su coste ascendía ya a 174 millones y la crisis económica empezaba a hacer estragos. Ferrovial reconoció entonces la imposibilidad de llevarlo a cabo, ya que solo disponía de la mitad del dinero. El Ayuntamiento decidió entonces negociar con Koolhaas un nuevo centro de congresos que eliminaba el hotel, las galerías comerciales y los aparcamientos del Palacio del Sur y guardaba espacio a la Orquesta de Córdoba y todo, sin superar los 70 millones --su coste inicial se fijó en 67--. En poco tiempo el proyecto volvió a despertar la ilusión de todos, aunque el PP nunca lo vio con buenos ojos. A final del 2009, el proyecto estaba listo y en el 2010, el cronograma de ejecución, establecido. Córdoba iba a tener un centro de congresos con capacidad para 4.000 personas en distintas salas y un auditorio principal para 2.000 butacas y todo, entre el 2013 y 2014, pero tampoco pudo ser. Entre la subida del IVA y otros conceptos su coste se acercaba ya a 80 millones. A pesar de que la Junta aportaba 18 millones y el Gobierno, 10, el gran escollo siempre fue la financiación. Entre unas complicaciones y otras, y por más empeño que puso IU --en cogobierno con PSOE y con Andrés Ocaña como alcalde--, las elecciones municipales llegaron en mayo del 2011 sin el proyecto licitado. La victoria del PP auguraba cambios para cerrar una etapa en la que se habían perdido 11 millones sin primera piedra.

Una propuesta chocante no exenta de problemas

El camino recorrido por el Centro de Convenciones Ferias y Exposiciones (CEFC) del Parque Joyero no ha sido fácil. Si su anuncio en el 2012 ya fue polémico, también lo fue su andadura. La cesión del pabellón de Cajasur al Ayuntamiento, el coste de su mantenimiento, la certeza de que el arquitecto Rafael de la Hoz iba a encargarse del proyecto o las dudas que generaba la reforma de una nave con problemas en su estructura, fueron algunos de los aspectos criticados por la oposición, al margen del cambio de ubicación, que la Junta nunca apoyó, por lo que no dará dinero para el CEFC, que no se ha librado tampoco de recursos --entre otros, del PSOE--. Las ayudas han quedado limitadas a 11 millones del Gobierno empleados ya en el programa 50 obras en 50 barrios y a 2 comprometidos por la Diputación. Dos concursos ha necesitado la redacción del proyecto --el primero fue declarado desierto--, encargada a Javier Terrados y Fernando Suárez, que rebajaron su coste considerablemente, lo que generó nuevas críticas.

La basílica del Parque

Joyero, en el 2016

Tras múltiples vicisitudes el proyecto fue presentado en septiembre pasado por el alcalde, que dejó claro que nada tiene que ver con el de Koolhaas y que incorpora otra idea de la década pasada que no prosperó, la del recinto ferial. Los arquitectos conciben el CEFC como "una basílica urbana", el "salón de la ciudad" con gran versatilidad gracias a un sistema de tabiques y gradas móviles capaces de crear hasta una treintena de combinaciones para llegar a 2.659 butacas. La capacidad entre todos los espacios será de hasta 6.653 personas. Por dentro, y en la planta baja, tendrá un vestíbulo que separa la zona expositiva -con recepción, cafetería y zona vip- del área de Experimentación que construirá Surgenia; en la entreplanta, contará con salas de trabajo y administración; en la primera dispondrá de una zona expositiva perimetral; y en la segunda, almacenes para sus muros móviles. Por fuera, destacarán sus celosías de líneas cuadradas que dejarán pasar la luz, que entrará también por los lucernarios de la cubierta. Tras un concurso de obras al que se presentaron 23 ofertas, en el que el Ayuntamiento ha extremado las precauciones para no encontrarse con una rebaja que acabe en paralización, UCOP Construcciones llevará a cabo la reforma por 10,9 millones --3,5 menos de lo licitado-- y en 16 meses. La empresa incorporará ocho mejoras valoradas en dos millones. Su primera tarea será reforzar la estructura del pabellón con un sistema de emparrillado. Si no hay problemas, ni un cambio de gobierno que le dé otro giro, el CEFC estará acabado en julio del 2016.