Las sextas jornadas de la Asociación Andaluza de Barrios Ignorados finalizaron ayer con algunas conclusiones entre las que sobresalieron la petición de un cambio de modelo para la intervención en estas zonas y la reivindicación de un mayor protagonismo para los propios afectados. De este modo, la presidenta de la entidad, Lola Contreras, recordó que las familias de estos barrios «tienen muchos problemas» y «hay que intervenir socialmente y asignar recursos por parte de las administraciones, pero no de la forma en la que se está haciendo». En esta línea, sostuvo que «el principal problema que existe en nuestros barrios no son las infraestructuras, sino la pobreza, la exclusión y la falta de reconocimiento de muchos derechos. Eso es donde entendemos que está el motor de desarrollo, trabajar la parte urbana, que ya se viene haciendo, pero también la humana, que es la que no se está trabajando». A esto añadió que «queremos que se cuente con nosotros para transformar nuestro barrio, no que las decisiones vengan, como siempre, desde arriba».

En su atención a la prensa, Contreras fue acompañada por representantes vecinales de los barrios ignorados. Antonio Fernández, de Las Palmeras, destacó que «ningún administrador público ni gobernante se ha atrevido a afrontar la problemática que existe en estos barrios». Por su parte, José Bailón, de Las Moreras, aludió al objetivo de «demostrar a las instituciones que es posible otra manera de vivir más digna». Rafaela Hidalgo, del Guadalquivir, comentó la necesidad de que «se integren las familias» y Juan Páez, también de Las Moreras, pidió «concienciación». El delegado provincial de la asociación, Francisco Povedano, definió como «parches» las medidas de la administración, resumiendo que «se gasta mucho dinero, pero sin coordinación», y aclarando que «no han dado resultado».