Una de las principales carencias de la prisión de Córdoba, según Acaip, que también ha confirmado la Asociación Pro Derechos Humanos de Córdoba, es la falta de personal en las áreas dedicadas al tratamiento y reinserción de los presos. «Contamos con un 40% menos de educadores de los que marca la relación de puestos de trabajo y en enero alcanzaremos el 50% menos», aseguran los funcionarios de prisiones. Este dato refleja, en opinión del presidente de la organización sindical, «la decadencia del sistema, ya que se está abandonando el tratamiento de los reclusos como una prioridad». La falta de personal en estos ámbitos estaría teniendo repercusiones tanto en la carga de trabajo de los funcionarios como en la aplicación de medidas de inserción social de los reclusos.

Por su parte, el portavoz del área prisiones de APDH en Córdoba, Valentín Aguilar, aseguró ayer que la prisión de Córdoba lleva mucho tiempo masificada, en los mismos niveles que lo está actualmente. Asimismo, destacó que «los recursos destinados a tratamientos, tanto de médicos como psicólogos o educadores, están muy mermados y son insuficientes para ofrecer un servicio digno a los internos». En este sentido, la organización recuerda que «se estima que el 8% de los reclusos presentan una enfermedad mental grave y un 40%, un trastorno mental». El porcentaje de reclusos con problemas de drogadicción y enfermedades como VIH también es muy elevado.