Menos mal que los jóvenes están de botellón en el Balcón del Guadalquivir, porque si les da por entrar de golpe a El Arenal, igual se desborda. Como cada año, hoy se vive uno de los días grandes en el recinto ferial, en el que se dan cita multitud de padres y niños entregados a los cacharritos, que están a mitad de precio mientras los jóvenes se entretienen con sus cacharros, a pocos metros.

La temperatura, cálida dentro de un orden, está ayudando a que los cordobeses acudan a El Arenal a disfrutar. En la Feria hay atractivos para todos los públicos, por lo que no es de extrañar que se produzca un lleno intergeneracional. Al lado de los mayores, fieles al recinto día sí y día también, se puede ver a familias enteras, con niños de todas las edades deseosos de subirse a la primera atracción en la que los dejen montar y a adolescentes menores viendo y dejándose ver entre casetas y botellón.

Pues nada, a disfrutar, que ya no hay cole y a partir de mañana solo trabajan los pringaos. Sálvese quien pueda.

Miles de jóvenes participan en el botellón junto al río, en una cita que ya se ha convertido en una tradición el miércoles de Feria. Foto: A.J. GONZÁLEZ