El personal sanitario sigue adelante con su batalla frente a los recortes impuestos por la Administración, una pelea que, por operatividad en esta época estival, va a quedar aparcada en cuanto a movilizaciones se refiere. Las acciones se retomarán en septiembre cuando las plantillas vuelven a estar en activo en su mayoría y hasta que llegue ese momento la estrategia se va a centrar en las actuaciones legales dirigidas a evitar que la aplicación del incremento de la jornada de 35 a 37,5 horas semanales se lleve a cabo de manera "arbitraria" y al margen de la Mesa Sectorial, según manifestó ayer a CORDOBA Julio Ortega, portavoz de la Asamblea de Trabajadores del Hospital Reina Sofía. Dicha asamblea celebró ayer una nueva reunión en el centro hospitalario para abordar la situación actual y analizar el horizonte más cercano.

Hasta que la normalidad se instaure en el calendario, por la mente de los profesionales ya existe una idea de cómo puede perfilarse el otoño dado el ánimo de los profesionales y "la negativa del SAS a negociar", indicó Ortega. Así, aunque aseguran a boca llena que hasta el momento las medidas de protesta adoptadas han sido meramente administrativas, sin repercusión alguna para el usuario, no descartan que tengan que acordar actuaciones por las que sí pueda verse afectado el funcionamiento de la asistencia sanitaria.

Ni colapso, ni caos en los centros, ni falta de atención. No habrá nada de eso. Se trata, según los profesionales abanderados por Julio Ortega, de "aplicar todos los protocolos médicos", lo que llevaría consigo, por ejemplo, que desde Atención Primaria se derivara al Hospital cualquier paciente que así consideren oportuno los facultativos de los centros de salud o que en Urgencias se realizaran todas las pruebas posibles y necesarias a un usuario. En definitiva, habría una mayor afluencia y mayor carga de trabajo en los complejos sanitarios. En cualquier caso, Ortega, que no fue categórico al afirmar que esta medida se vaya a adoptar, apuntó que "habría que hacerlo en toda Andalucía". Hasta ahora, cuando hablan de medidas administrativas se refieren a dejar de hacer tareas que no son propias de los médicos, como dar citas previas, o golpes de efecto como la renuncia de 61 tutores MIR o la negativa a prescribir principios activos.

El Sindicato Médico Simec, a través de su secretario, José Luis Navas, aseguró ayer no compartir las medidas que no descarta el portavoz de la Asamblea de Trabajadores de cara a septiembre. El responsable sindical insistió en que el principal caballo de batalla es que la aplicación del incremento de la jornada laboral se haga del mismo modo que en el resto de la función pública, es decir, media hora antes del horario de entrada habitual o media hora después. Navas, al igual que Ortega, hizo hincapié en que "no se puede consentir" que se materialice acumulando horas o trabajando tardes. Así se vería afectada la llamada continuidad asistencial, con la consiguiente pérdida de dinero.

Por su lado, la Delegación de Salud y la dirección del Hospital Reina Sofía declinaron pronunciarse sobre ninguno de los temas abordados en la Asamblea.