Los empleados públicos siguen en pie de guerra contra los recortes. Después de la multitudinaria manifestación del jueves, trabajadores de distintas administraciones volvieron ayer a la carga y se concentraron en distintos puntos de la ciudad para expresar su rotundo rechazo a las medidas adoptadas por el Gobierno y a la forma en que la Junta de Andalucía las está ejecutando.

Mientras la Tesorería General de la Seguridad Social aglutinaba a un centenar de empleados de Hacienda, Agencia Tributaria, Junta de Andalucía, Instituto Nacional de la Seguridad Social y Tesorería, que cortaron la avenida Ronda de los Tejares protagonizando algún que otro enfrentamiento con los impacientes conductores, en la puerta del hospital Reina Sofía se daban cita más de 500 profesionales sanitarios, convocados ayer por todos los sindicatos (CCOO, UGT, CSIF, Satse, SMA y USAE) dentro de una jornada de brazos caídos en protesta por las medidas de ajuste.

En el ámbito sanitario, José Manuel Poyato (CCOO) explicó que "el nuevo decreto ley del Gobierno constituye un nuevo recorte a los empleados públicos", si bien afecta a toda la ciudadanía "porque sube el IVA de forma escandalosa y se recortan derechos en materia de seguridad social y las prestaciones por desempleo". Por su parte, Eugenia Urbano (UGT), que insistió en que "la palabra resisgnación no existe en la cabeza de ningún profesional de la salud", dijo que "los recortes se están notando tanto en el aumento de la jornada como en una falta de sustituciones de verano que ya excede los límites aceptables porque hablamos de un 44% menos que el año pasado, cuando ya eran deficitarios".

Por su parte, Manuel Cascos (Satse), en la misma línea que el Sindicato Médico de Andalucía, apuntó que "en el 2012, las contrataciones de verano del conjunto de trabajadores de la sanidad han caído un 50% respecto al año pasado, lo que está afectando a la calidad asistencial". Para Satse, tanto la Junta como el Gobierno central están "gobernando de espaldas a los ciudadanos" porque se están tomando medidas "sin tener en cuenta a los profesionales, rechazando sistemáticamente la opción de discutir cualquier recorte".

OTRO 'VIERNES NEGRO' La Universidad de Córdoba volvió a escenificar ayer un nuevo viernes negro ante el Rectorado con una concentración en la que un numeroso grupo de empleados de la institución mostró su rechazo a los recortes portando unas camisetas oscuras en las que se podía leer lemas como Soy funcionario y no tengo que pedir perdón por ello .

En medio de las protestas de empleados públicos, la Hermandad Obrera de Acción Católica de Córdoba salía también ayer a la calle a mostrar su indignación tras la muerte de un trabajador en un cortijo de Encinas Reales, denunciando de esta forma "las precarias condiciones de seguridad y salud en la que trabajan cada vez más personas como consecuencia de la falta de recursos".