El número de menores que ha sido tratado por primera vez en el hospital Reina Sofía por padecer anorexia o bulimia, los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) más extendidos, se ha duplicado en los últimos tres años en Córdoba. Teresa Guijarro, psiquiatra de la Unidad de Salud Mental Infanto Juvenil del hospital Reina Sofía, señala que si en el año 2009 este hospital registró unos 20 casos nuevos de estos dos TCA, en el 2012 fueron 45, por lo que en total durante el pasado año el número de menores, de hasta 18 años, que se encuentran en tratamiento y en seguimiento en la USMIJ es de unos 200 niños y adolescentes, una cifra bastante considerable. Este repunte en el número de afectados en los últimos tres años contrasta con el descenso significativo en el número de primeras consultas que registró el Reina Sofía entre el 2006 y el 2009. Para Guijarro, las causas de este incremento son diversas.

Por un lado, "se ha producido una cierta relajación respecto a las campañas preventivas, que fueron más intensas hace una década, pero se han ido debilitando con el tiempo. Por otro lado, estas iniciativas de concienciación pusieron más énfasis en señalar los problemas de la enfermedad, que en cambiar los condicionantes sociales de la misma, como es luchar contra el actual sistema de valores en el que el culto al cuerpo tiene una importancia capital. Por eso, las campañas solo son eficaces en reducir los casos mientras existen", precisa esta psiquiatra. Teresa Guijarro añade que "otro motivo que ha podido elevar el número de nuevos casos de anorexia y bulimia es que se hayan empleado en el abordaje de los TCA tratamientos más precoces y efectivos, cuyos resultados eran muy esperanzadores, pero que han tenido un efecto perverso, pues entre las chicas se ha comenzado a perder el respeto por una enfermedad que es grave, que conlleva repercursiones físicas y psíquicas notables, un gran coste personal, familiar y social. Por eso, el tratamiento es complejo y largo". De los 200 menores que están en tratamiento en la USMIJ por padecer un TCA, la mayoría tiene entre 14 y 17 años, "aunque en el último año hemos apreciado un incremento de casos en chicos de menos edad, aún poco significativo, pero que habrá que observar por si se convierte en tendencia", resalta esta doctora