Se veía venir y el propio presidente de la federación de Asociaciones Vecinales de Córdoba Al-Zahara, José Rojas, ya había anunciado que con la crisis los colectivos vecinales iban a pasar a "atender lo más básico, lo más cercano. Estamos hablando de tener un techo, de simplemente comer".

Sus palabras se han visto confirmadas por los hechos y en los últimos meses muchas asociaciones de vecinos, los colectivos ciudadano de corte social más vertebrados en Córdoba, han recuperado un carácter asistencial olvidado desde hacía décadas, prácticamente desde principio de la democracia y desde el nacimiento de las AAVV de manos de aquellas asociaciones de cabezas de familia.

CAMPAÑA DE LA 'SER' Así, la asistencia por parte de las AAVV con alimentos básicos a vecinos ya no se limitan a colectas puntuales, como las que suelen ser frecuentes en Navidad, aunque éstas también se han multiplicado en las últimas fiestas y buen ejemplo de ello ha sido la campaña solidaria realizada por la cadena SER en colaboración con los consejos de distrito de la ciudad y que ha superado las expectativas más optimistas.

Sin embargo, son muchos los que se han planteado en las AAVV institucionalizar estas campañas para obtener alimentos, por ejemplo, en el caso de la AV Valdeolleros, informan desde la federación vecinal, o la AV Amanecer de Fátima, que hizo recientemente una recogida de productos básicos en el barrio. En este último caso, se optó al final por encargar el reparto a Cáritas Parroquial de las dos iglesias de la zona: Nuestra Señora de Fátima y Nuestra Señora de la Aurora, todo ello porque tienen mejor información sobre familias con necesidades y para garantizar la discreción.

Sin embargo, quizá el mayor ejemplo de esfuerzo vecinal que ha transcendido sea el de la AV Nuevo Guadalquivir junto a la Fundación Guadalquivir Futuro, ya que desde hace casi un año hace una recogida permanente de alimentos no perecederos, trabajando junto al Banco de Alimentos, para atender dos veces al mes directamente las necesidades de alimentos básicos de 205 familias del distrito Sur. Los responsables, sin embargo, reconocen que no pueden dar más de sí y que, por ahora, no pueden atender a una lista de espera de otras 104 familias.