La ciudad de Córdoba ingresó ayer en el cielo de los restaurantes más exquisitos de la mano de su primera estrella Michelín. Desde ayer, el nombre de la ciudad, ligado al restaurante El Choco, que regenta el cocinero Kisko García en el barrio de La Fuensanta, recorrerá el mundo gracias al reconocimiento de la guía roja de Michelín, que ya ha lanzado al mercado su nueva guía con las estrellas del 2012. Tras un año complicado, en el que el restaurante Can Fabes perdió una estrella tras la muerte de Santi Santamaría, El Bulli de Ferrán Adriá echó el cerrojo y en el que ningún nuevo restaurante español ha conseguido sumarse al olimpo de las tres estrellas, otros talentos parecen emerger en el universo gastronómico, en el que Andalucía empieza a destacar con luz propia.

La cordobesa Almudena Villegas, Premio Nacional de Investigación en Gastronomía, destacaba ayer la enorme importancia del título otorgado a El Choco. "Es la primera vez que Córdoba tiene una estrella, lo que inevitablemente va a tener una repercusión muy positiva en la ciudad, no solo para el restaurante de Kisko García, que lleva años trabajando desde la sencillez y la humildad y se merece este título, sino para el sector de la restauración y del turismo". Según Villegas, "este reconocimiento supone una inyección de ilusión que permitirá dinamizar la economía y atraer a muchos viajeros hasta Córdoba con el aliciente de su gastronomía". Según esta experta, Córdoba vive un "momento dorado a pesar de la crisis económica, tanto para la cocina de vanguardia como para la cocina más tradicional, con una oferta muy variada en ambos sentidos y unos productos de la tierra de una calidad extraordinaria". Para mantener el nivel, Villegas recomendó "seguir insistiendo en la formación continua, tanto de los cocineros como del personal de sala". El prestigio de la cocina cordobesa no es nuevo. Aunque hasta ahora nadie había conseguido una estrella Michelín, Córdoba lleva años destacando por su gastronomía.

Sin duda fue José García Marín, el propietario de El Caballo Rojo, quien sembró en su día la semilla de esa fama, al que siguieron otros muchos como El Churrasco (un sol de Repsol), Bodegas Campos, Almudaina, El Picnic, Astoria Casa Matías, Pepe de la Judería, Puerta Sevilla, la Cuchara de San Lorenzo, Taberna Ziryab, Los Berengueles o Témpura, cuyo propietario continúa su labor en la cocina de vanguardia con El Envero (un sol de Repsol) y El Raspón. La estrella de Kisko García no es la primera que recibe un cordobés. Celia Jiménez, actual jefa de cocina de Bodegas Campos, fue la primera mujer con estrella Michelín de Andalucía por su labor en el restaurante marbellí El Lago, al igual que el también cordobés Paco Morales, estrella Michelín en su establecimiento valenciano del hotel Ferrero. Ahora solo queda ir a por la segunda estrella.