La visión del sindicato CSIF sobre la oferta de Formación Profesional para Andalucía difiere bastante de la que dibuja la Administración andaluza. Según fuentes de CSIF en Córdoba, «la oferta de plazas sigue siendo claramente deficitaria, ya que cada año en Andalucía entre 30.000 y 40.000 alumnos se quedan sin plaza pese a la política de distrito único que se aplica a esta formación, que hace que prácticamente todas las plazas queden cubiertas». Desde el sindicato señalan que «desde que empezó la crisis, la opción de muchos jóvenes de irse a la obra para ganar dinero no existe, por lo que la demanda de este tipo de formación se ha disparado, pero no así los recursos de la Junta destinados a reforzar esta formación, tanto en personal como en unidades». También señalan la falta de «una red de centros equilibrada que no discrimine a los estudiantes de la provincia, obligados a cursar los grados que tienen cerca cuando no tienen recursos para trasladarse a la capital o a municipios más alejados».

La responsable de CSIF en Córdoba, Elena García, señala además que «la Formación Profesional sigue siendo la hermana pobre de la educación», algo que contrasta con el elevado índice de empleabilidad que tienen los alumnos de FP en grados medios y superiores y con la calidad de la formación que se imparte en la mayoría de los centros.

«La demanda creciente se ha intentado paliar unificando centros o con modalidades semipresenciales que permiten aumentar la ratio en lugar de mejorar la dotación material y de personal en los centros», afirma García, que considera que el salto cualitativo de la Formación Profesional en Andalucía pasa por «un aumento del presupuesto, de profesorado y de plazas», algo que «no se está dando en los últimos años de presupuestos menguantes». A.R.A.