El Consejo de Gobierno aprobó ayer la llamada Agenda por el Empleo 2014-2020, un plan de planificación económica que se propone como meta superar en los próximos siete años los 3,2 millones de ocupados en Andalucía, lo que supondría recuperar los niveles previos a la crisis.

Este plan económico, acordado con los principales agentes sociales y económicos, cuenta con una previsión presupuestaria de 45.305 millones de euros, de los que el Gobierno andaluz exigirá a la Administración central una aportación de 24.191 millones, mientras que 7.816 millones procederán de los fondos estructurales europeos, según detalló en rueda de prensa el portavoz, Miguel Angel Vázquez.

Preguntado sobre cómo piensan "obligar" al Gobierno central a que realice dicha inversión, el portavoz recordó que el Estatuto, en su disposición adicional tercera, establece que la Administración central tiene que garantizar un nivel de inversión equivalente al peso poblacional de Andalucía. "Hay una falta de inversión a la que el Gobierno tiene la obligación de responder, y si no paga tenemos otros mecanismos de reclamación vía tribunales", recordó en referencia a los recursos interpuestos de liquidaciones anteriores, tras lo que confió en que "de aquí a poco" haya un Gobierno "más sensible" con Andalucía.

MODELO PRODUCTIVO La Agenda por el Empleo establece las estrategias que se desarrollarán en los próximos siete años para recuperar el empleo perdido durante la crisis y reorientar el modelo productivo andaluz hacia criterios de competitividad, sostenibilidad medioambiental y cohesión social y territorial. Vázquez recordó que la crisis ha destruido parte del tejido productivo, que ahora hay que "reconstruir", un diagnóstico del que parte la Agenda por el Empleo 2014-2020, en cuya formulación se ha trabajado un año.

INCREMENTO DEL PIB El documento, que también recoge la programación de las ayudas correspondientes al nuevo marco de los fondos europeos para el mismo periodo, se propone otros retos como elevar el producto interior bruto (PIB) de la comunidad hasta los 180.000 millones de euros.

En el terreno económico también se plantea aumentar el tamaño de las empresas incrementando en un 20% las que tienen entre 10 y 50 trabajadores, así como elevar el peso del sector industrial hasta el 22% del valor añadido bruto (VAB) y lograr que las exportaciones superen el 20% del PIB y el gasto en I+D+i alcance el 2,2 %.

A estos objetivos económicos se añaden otros de tipo social, ambiental y territorial, como reducir la tasa de riesgo de pobreza por debajo del 15% del total de la población, frente al 30% actual; superar el 20% de consumo de energía primaria procedente de fuentes renovables; incrementar en más de un 20% el nivel de eficiencia energética, y reducir en un 10% las emisiones de gases de efecto invernadero.

LINEAS ESTRATEGICAS Este nuevo plan establece 1.512 medidas distribuidas en 11 grandes ejes de intervención y tres líneas estratégicas: una económica, centrada en el empleo y la competitividad; una ambiental y territorial para un modelo productivo más sostenible, y otra social e institucional orientada a la cohesión y a un crecimiento al servicio de las personas.

Los 11 ejes son los relativos a investigación, desarrollo tecnológico e innovación; tecnologías de la información; competitividad de las pymes; transición a una economía baja en carbono; prevención del cambio climático y protección ambiental. Los otros ejes son la promoción del transporte sostenible y de las infraestructuras; empleo y movilidad laboral; lucha contra la exclusión social; educación y mejora de la capacidad institucional y de la eficiencia de la Administración pública.

FONDOS EUROPEOS La Agenda por el Empleo, que también será remitida a la Comisión Europea, coincide en su periodo de aplicación con el nuevo marco de los fondos de la UE. Entre 2014 y 2020 la comunidad gestionará 7.742,77 millones de euros, lo que supone un 14,82% menos que en el marco anterior, aunque esta cantidad podría incrementarse en alrededor de 1.500 millones con la aplicación de la cláusula de revisión de 2016, en función de la situación económica y las perspectivas de crecimiento.

Pese a la disminución, la Agenda por el Empleo se verá respaldada en algunos de sus ejes principales por los nuevos reglamentos del marco de fondos europeos, que obligan a destinar un mínimo de recursos para aquellas políticas más directamente vinculadas a la reorientación del modelo productivo, según explicó el portavoz.