Llegó al Ayuntamiento de Córdoba siendo un chaval, y, cuando se constituya el próximo Pleno municipal, será el edil más veterano (terminará el mandato igualando en años de Corporación el récord del plusmarquista Ricardo Rojas), con una trayectoria ininterrumpida que comenzó en 1999, con mucho banquillo de oposición --del que fue portavoz desde abril del 2004-- hasta figurar dos veces como cabeza de cartel del PP y obtener la mayoría absoluta a la segunda, en mayo del 2011. Como político, su imagen es moderada, alejada de lo pasional y enfocada para transmitir a los ciudadanos una imagen de gestión y eficiencia. La crisis le ha deparado unos años difíciles de mandato, con unas finanzas municipales exhaustas que su equipo ha conseguido encauzar, quizá su mejor logro, aunque a costa de recortes y enfrentamientos laborales en las empresas municipales y en diversos colectivos sociales. A mitad de mandato se le vio desbordado, quizá por su duplicidad como diputado en el Parlamento de Andalucía y al sonar su nombre como posible candidato del PP a la Junta. Resuelta esta ecuación a favor de Juan Manuel Moreno Bonilla, y dedicado ya totalmente a la Alcaldía, se centra desde hace meses en mostrar lo mejor de la ciudad, los avances conseguidos y los proyectos de futuro. Ha conseguido sacar adelante y poner la primera piedra del centro de exposiciones, ferias y convenciones que se hará en el antiguo pabellón de Cajasur en el Parque Joyero, quizá su proyecto estrella. Casado y con hijos, este cordobés de Guadalcázar (1970) es licenciado en Derecho por la UCO. Es presidente del PP de Córdoba.