Javier González de Lara comenzó haciendo un alegato de la unidad empresarial: «La diversidad que tenemos nos aporta equilibrio, sentido común y capacidad de defender lo que nos une». Una unidad, cuya necesidad hizo extensible al territorio andaluz y que dificulta la extensión de la región (hay 550 kilómetros entre un onubense y un almeriense). «La vertebración de Andalucía no ha sido fácil nunca y no se ha concluido. Hay que hacer mayores esfuerzos», indicó.

Por todo ello considera que son «vitales» las inversiones en infraestructuras porque «tenemos déficits ancestrales». «¿Los empresarios somos insolidarios por pedirlo? --preguntó--. No, pero no quita que digamos basta ya con la austeridad y el concepto sacro de la austeridad». El presidente de los empresarios andaluces insistió en la necesidad de superar la etapa de los recortes: «Llevamos 8 años, las empresas y las familias apretándonos el cinturón enormemente y pedimos a las administraciones ayudas para ser más productivos y poder generar más empleo». En concreto, reclamó un impulso para el sector de la construcción (1 de cada 2 de los casi 900.000 desempleados).

Sobre Málaga puso en valor lo que se ha conseguido: «Se ha creado un modelo de ciudad diferente, con una oferta museística muy destacada» y llamó a trabajar por la conectividad (Marbella sigue careciendo de un simple ramal de cercanías) para sumar, de cara al turismo, los atractivos de otras provincias. Así llamó a a aprovechar las bondades que ofrecen el aeropuerto de Málaga o su puerto. «Necesitamos menos tacticismo localista, menos visión endogámica, y más estrategias globales en materia de vertebracion territorial y crear productos comunes», concluyó.