Trabajadores que no están dados de alta, contratos a tiempo parcial con duración a jornada completa o extranjeros que están trabajando y no aparecen en las estadísticas de la Seguridad Social son algunas de las habituales prácticas denunciadas por la Inspección de Trabajo en Córdoba. La economía sumergida tiene distintas caras y su detección resulta complicada, tanto por la falta de medios para la vigilancia y control de la normativa laboral como por la prolongación de los procesos por la falta de medios humanos, pese a que se puso en marcha en el 2012 un plan de lucha contra el empleo irregular y el fraude a la Seguridad Social. La Inspección de Trabajo consiguió durante el pasado año regularizar 1.260 empleos que no estaban en alta en la Seguridad Social, una cifra que supone un importante descenso respecto a los 2.108 que se detectaron en el 2014. Córdoba, que en el 2014 fue la tercera provincia con más empleos irregulares que se descubrieron, ha descendido al antepenúltimo lugar en Andalucía. Solo registraron menos altas de empleos sumergidos Jaén (979) y Huelva (914). Durante el pasado año la Inspección detectó 257 infracciones en altas de trabajadores en la Seguridad Social. No obstante, la cifra de infracciones y empleos sigue siendo demasiado elevada con relación al periodo anterior a la crisis. En el 2008 solo se descubrieron 484 empleos irregulares, no solo porque pudiera haber menos delitos, sino también porque existían menos medios en la Inspección. Los sindicatos lo tienen claro. La economía sumergida se mantiene, aunque la falta de personal está provocando que no se detecten las cifras reales. El secretario de Acción Sindical de UGT Córdoba, Jaime Sarmiento, lamenta esa falta de medios. «Estamos preocupados en UGT porque este tipo de acciones perjudican a las empresas y a los trabajadores que sí cumplen con la normativa», señala Sarmiento. Por eso, requiere un reforzamiento de trabajadores en la Inspección. «Los fraudes se dan en muchos sectores, que se han aprovechado de la crisis económica, como ha ocurrido con la hostelería, pero también con talleres que trabajan con las puertas cerradas», denuncia.

El secretario de Empleo de CCOO en Córdoba, Manuel Torres, asegura que han cambiado las formas en el fraude. «Antes no se daba de alta a los trabajadores, ahora se hacen contratos a tiempo parcial en los que la persona está trabajando a jornada completa. Algunos empresarios ponen esta condición a los empleados si quieren trabajar en sectores como la hostelería, en la ayuda a domicilio o en los sectores emergentes», critica Torres. El representante de CCOO también considera que es necesario aumentar la plantilla de la Inspección de Trabajo y dedicar más medios. «Nos ha ocurrido en ocasiones que hemos presentado denuncia por irregularidades y cuando ha ido la Inspección ya no existía porque había pasado mucho tiempo», añade.