"El diálogo entre religiones debe ser un diálogo desde la racionalidad, no desde la revelación, y debe darse desde un foro cívico secular". El director de la Cátedra de Teología de la Universidad Carlos III, Juan José Tamayo, abogó ayer por un concepto de identidad religiosa "pluralista", que desemboque en la convivencia interreligiosa y el diálogo, frente a un concepto de identidad "singularista", que desemboca en fundamentalismo, fanatismo, dogmatismo e integrismo. La última e interesante mesa redonda celebrada en el congreso Córdoba: ciudad de diálogo y encuentro llevó por título Identidades religiosas y convivencia , contó con la moderación de la periodista y presidenta de la Fundación José Saramago, Pilar del Río, y la participación, además de Tamayo, de Carlos Pérez Alvarez, profesor de Religión islámica en Córdoba; la abogada y feminista Souad el Hadri y el director de la Casa de Sefarad, Sebastián de la Obra.

Tamayo: "El diálogo entre religiones debe ser desde lo racional, no desde la revelación"

Tamayo, vinculado a la Teología de la Liberación y muy crítico con los papados de Juan Pablo II o Benedicto XVI, desgranó los pasos que construyen el fundamentalismo en las religiones monoteístas: hay un dios único y universal, que se revela a un profeta, quien recoge la voluntad divina en un libro sagrado, que es palabra de dios, y solo tiene un sentido, el literal, que emana del texto. Por último, la religión tiene unos intérpretes oficiales que construyen los dogmas de fe. También incidió en la violencia consustancial a algunos de esos textos sagrados, algo que le rebatió Sebastián de la Obra: "Las religiones no son más violentas que otras expresiones culturales. En la Ilíada hay mucha más violencia que en el Antiguo testamento", afirmó.

Muy clarificadora resultó también la aportación de la abogada, musulmana y feminista Souad el Hadri, que lamentó que se hable del mundo islámico "como algo sin diversidad cultural o religiosa", plano, y puso luz sobre la desconocida lucha feminista en el mundo árabe, que comenzó a finales del siglo XIX. "Para España, todavía, el Islam es algo relativo a la inmigración y eso no es verdad, ya hay muchos nativos musulmanes. Se habla de integración pero hay dos velocidades. Queremos las bondades de la inmigración pero a coste cero", afirmó, al tiempo que criticó el daño que hacen a los musulmanes el paternalismo y la victimización.

El profesor de Religión Islámica en Córdoba Carlos Pérez Alvarez explicó cómo esta asignatura está consolidada en el sistema educativo español y defendió que se imparta porque establece "un vínculo entre la escuela y la familia y favorece el entendimiento entre las religiones". Para concluir el debate, Tamayo describió una de las corrosivas viñetas de El Roto, en la que se veía a Dios diciendo: "A la vista de cómo utilizan mi nombre, he decidido darme de baja de todas las religiones". Si es que ya lo advirtió Pilar del Río al presentar a los participantes de la mesa: los representantes de las tres religiones no son muy ortodoxos.