La directora del centro penitenciario de Córdoba, Yolanda González, recuerda que «el medio donde estamos es conflictivo», al ser preguntada por las agresiones a funcionarios en la prisión. No obstante, también indica que en los últimos años se ha producido «una tendencia a la baja», ya que en el 2015 se registraron 13 ataques y en lo que va de 2017 solo ha habido dos. Hay que aclarar, sin embargo, que las cifras son muy desiguales y apuntan a 6 agresiones en el 2011 y un total de 20, por ejemplo, en el 2012.

Esta responsable admite que «mientras haya una agresión, los datos no son buenos», y recuerda que en el pasado junio se impulsó un protocolo de Instituciones Penitenciarias para actuar frente a las posibles agresiones de presos a funcionarios, por lo que «la idea es que, a través de él, también se lleven a cabo una serie de medidas y se pueda reducir el número». Acerca de la demanda que realizan los sindicatos para que se doten las instalaciones de más personal, precisa que la ratio de internos por funcionarios «ha mejorado en los últimos años». Los datos oficiales señalan que en el caso de Córdoba es de 2,97, mientras que la media andaluza se encuentra en 2,63.

Yolanda González recuerda que «ha habido un descenso importante de la población penitenciaria» y esto «permite que podamos hacer mucha más intervención, que también revierte en la seguridad del centro y en que haya menos incidentes». Así, en referencia a la labor que se realiza con los reos, explica que «buscamos dotarlos de mayor competencia social para que puedan salir a la calle y no vuelven a cometer delitos». Según destaca, el centro cordobés «es un referente a nivel nacional en intervención, en programas de tratamiento y en módulos de respeto. Una serie de intervenciones que repercuten en que haya una convivencia más ordenada».

A pesar de esto, la directora también subraya que «ese mantenimiento de la convivencia es consecuencia directa de la profesionalidad y de la capacitación de mis funcionarios, de los cuales me siento muy orgullosa». En la actualidad, la cárcel de Córdoba cuenta con 461 funcionarios y 35 profesionales que son personal laboral.