Mª José Montes es auditora de seguridad y hoy impartirá una charla taller como cibercooperante en el IES Fidiana (11-13 horas) para padres titulada Decálogo del buen comportamiento en la vida virtual.

-¿Qué es un cibercooperante?

-Los cibercooperantes somos voluntarios que ofrecemos charlas para padres y niños donde enseñamos las bases del buen comportamiento en el mundo virtual, lo que se llama la netiqueta, para que sean conscientes de los riesgos del uso de internet y que aprendan a moverse de forma segura. Enseñamos a los padres a enseñar a sus hijos.

-¿Qué consejos incluye el decálogo del buen comportamiento?

-Hay normas muy básicas como no hacer con los demás lo que no te gustaría que te hicieran, y otras como que si vas a subir una foto donde no estás solo hay que pedir permiso al resto de personas, que no hay que descargar contenidos piratas, cómo actuar ante casos de sexting, cyberbulling, grooming, que sepan que eso existe y que tienen que enseñar a los niños a desconfiar en la red. Cuando un niño de 9 años me dice que tiene 600 amigos en Facebook, me echo a temblar, eso no son amigos y familiares. También hay que explicarles que la amistad no es alguien que conoces en la red que no sé si es un niño o un adulto. Igual que les enseñamos a mirar a la derecha y a la izquierda antes de cruzar una calle, hay que inculcarles que desconfíen de los desconocidos en internet. El problema es que el móvil es el regalo estrella de Comunión y con 9 años los niños no tienen madurez suficiente. Por eso, si ya lo tienen, hay que controlar las horas de uso y que cuando lo tengan, estén siempre delante de los padres. Y sobre todo, hablar mucho con ellos.

-¿Los padres deben también restringir el uso del móvil?

-Los padres deben dar ejemplo, deben buscar espacios como la comida en los que la familia deje el móvil. Es habitual ver a niños en los bares en una mesa aparte con el móvil, deberían estar juntos.

-¿Dar móviles a los niños fomenta el ‘cyberbulling’?

-Fomenta que hagan algo ilegal con el permiso de los padres. Por ejemplo, no está permitido que los niños tengan perfiles en Facebook o Twitter antes de los 14 años tienen móviles y todos mienten para tenerlo. Además, les llega pornografía, información de construcción de armas o, en la adolescencia, está el riesgo de la anorexia o la bulimia que se fomenta en determinados foros. Tuvimos un caso en el que hubo insultos en un grupo de wassap a una profesora y los padres lo que hicieron, en lugar de denunciar el caso, fue borrar a sus hijos. Eso no se puede hacer, vamos a educar. Hay una doble moral. Hacemos oídos sordos a cosas que en la vida real no consentiríamos por el anonimato de la red.

-¿Los padres no saben o no quieren saber?

-Hay de todo. Algunos padres lo saben y se preocupan de formarse y otros se han puesto una venda en los ojos y necesitan que alguien se los abra. También hay quien prefiere su comodidad. Y para que el niño no moleste, lo dejan solo con el móvil mientras ellos hacen su vida. Son los huérfanos digitales. Hay niños de uno y dos año en el psicólogo porque desde bebés les ponen el dibujo o la musiquita del móvil y están enganchados. El problema de los niños es que los padres no saben o no quieren saber manejar las redes correctamente. Además, estamos anulando la creatividad de los niños, hay que dejarlos que se aburran, que no consigan a la primera lo que quieren y a comunicarse, tenemos que volver a llenar los parques de niños, fomentar la lectura aunque cueste ir contracorriente.