Ni a Aglomerados Córdoba (léase a Jesús León y a Luis Oliver), ni a Only One Way (léase a José Miguel Garrido). A nadie. O sí. Porque aunque con la misma insistencia con la que Carlos González afirmó ayer que el Córdoba CF no se vende hasta el mes de junio, fecha de caducidad que dijo haber puesto a su etapa como titular del paquete mayoritario de las acciones del club, la parte compradora, Aglomerados Córdoba, reitera su propuesta de cerrar el acuerdo ante notario el próximo día 22, si no antes. Y es que el propietario de la sociedad blanquiverde dio por zanjada en una rueda de prensa la negociación con León y Oliver, a los que acusó de haber incumplido el acuerdo para la compraventa de acciones que ambas partes firmaron el pasado 20 de diciembre. ¿Qué ocurriría entonces? Según González, no habría una segunda oportunidad para el tándem León-Oliver al menos hasta el mes de junio; en el plano deportivo, serían los que están y estarían los que son. Es decir, el Córdoba CF tocaría a la heroica para salvar la temporada con los mismos jugadores con los que en la actualidad cuenta el técnico Jorge Romero en plantilla. Ni uno más ni uno menos. Sin salidas ni refuerzos.

AGLOMERADOS INSISTE

La respuesta de León y Oliver al cierre de la operación por parte de Carlos González es una incógnita que se irá desvelando a partir de la próxima semana, ya que ayer no hubo un pronunciamento por su parte. Eso sí, por la mañana, antes de la rueda de prensa, según un documento en poder de Diario CÓRDOBA, Aglomerados Córdoba envió a Azaveco, propietaria de las acciones, un burofax por el que le requería «fehacientemente y por última vez» a fin «del cumplimiento del contrato de arras» a que el 22 de enero, a las 11,30 horas de la mañana, comparecieran de nuevo en una notaría de Madrid para llevar a cabo la compraventa. Ese mismo día estaba convocada la junta general de accionista en la que tenía que ejecutarse el traspaso de la presidencia. En este documento, Aglomerados Córdoba, que no renuncia a hacerse con el Córdoba, se compromete a abonar mediante talón bancario la suma de dos millones de euros, quedando el resto aplazado según lo convenido. Del mismo modo, Aglomerados, que asegura en el burofax haber remitido ya a la notaría la documentación, pide a Azaveco el cese de los actuales consejeros, el libro registro de socios y de acciones nominativas y la posesión efectiva de la entidad. Incluso, en el documento León y Oliver piden que se adelante la fecha de la cita notarial para poder fichar «y tratar así de evitar el descenso del equipo a Segunda División B» (ver el documento íntegro en el enlace adjunto abajo de la información)

GONZÁLEZ ACUSA

Ayer, ante los medios, Carlos González acusó a León y Oliver de varios «incumplimientos» del acuerdo del 20 de diciembre, en el que, según González, «en concepto de reserva» se entregó por parte de los compradores un millón de euros «que perderían en el caso de no acudir a la compra con las condiciones pactadas». A su vez, el propietario de las acciones apuntó que la posición de Prasa al derecho de tanteo no fue recibida por Azaveco hasta el día 29 de diciembre, a pesar de que en el momento de la firma «León se comprometió a que en el máximo de 48 horas tendría la renuncia de Prasa». «Azaveco recibió la renuncia de Prasa el día 12 de enero, por eso no se hizo entonces la compraventa», dijo González.

El propietario del Córdoba se refirió, además, como detonante de la ruptura del proceso al fallido acto de firma anteayer en el despacho notarial de Madrid. Según González, en ese instante detectaron que los cheques bancarios relativos al pago de dos millones «estaban a nombre de dos sociedades propiedad de Luis Oliver. Nuestros servicios jurídicos exigieron certificados de origen en virtud de las normas contra el blanqueo de capitales, apareciendo entonces la pignoración de Luis Oliver de las acciones del Córdoba CF». Por ello, González entiende que «las acciones se pignoran a una empresa en la que el administrador único es Luis Oliver padre, no es un préstamo entre socios, ya que Oliver padre no es socio de Aglomerados Córdoba, que quede claro. Es una tercera persona jurídica».

Por otro lado, Carlos González afirmó que los pagarés presentados por Oliver y León en la sede notarial también «incumplían las condiciones del contrato de arras», porque, indicó, «no correspondían las fechas de los pagos».

Por último, y en relación a ese documento, González dijo que Aglomerados se había comprometido a solicitar permiso al CSD para la compra del paquete accionarial, «incumpliendo otra vez el acuerdo». Para reforzar esta afirmación, González exhibió un documento emitido por el CSD con fecha de 10 de enero.

Tras este relato, González afirmó que Azaveco no podía transferir las acciones a Aglomerados Córdoba «por incumplimiento manifiesto del contrato de arras», y justificó la ruptura de la compraventa en dos argumentos: «Para impedir lo que sucedió en el Betis y porque Azaveco se tiene que garantizar el cobro».

No obstante, González reconoció que por «el bien del Córdoba» traspasarán la propiedad del club en el próximo mes de junio. «Creemos que hacemos mucho más daño quedándonos que yéndonos», expresó. ¿Quién será el comprador? Carlos González no descartó que pueda ser el propio Jesús León; de hecho, manifestó que «lo lamento por Jesús León, que es una persona que quiere ser y ha luchado para ser presidente del Córdoba, pero se ha equivocado de compañero de viaje (...). Si Jesús León tuviera otros compañeros de viaje sería el candidato idóneo a presidente del Córdoba CF». Y León insiste.