Las gabarras como la que ayer naufragó son pequeños petroleros que hacen las veces de furgonetas de reparto entre las instalaciones y los buques que transitan por los grandes complejos portuarios petrolíferos. Transportan pequeñas cantidades de combustible, pero su actividad es muy intensa. Por la bahía de Algeciras transitaban cuatro gabarras, tres de las cuales pertenecen a la flota de Ciresa, la empresa del barco hundido.

El Spabunker IV entró en servicio el 31 de diciembre de 1991 y era monocasco. Sus papeles certifican que la última revisión, con resultado satisfactorio, se realizó incluso antes de la fecha exigida, en abril.

LOS MAS MODERNOS

Las otras dos gabarras de la filial de Boluda son mucho más modernas, "las mejores de la flota mundial" de petroleros de pequeño tamaño, según la empresa. Se trata de dos barcos de casco doble con capacidad para 5.000 toneladas. Uno de ellos se botó el sábado y el otro en marzo del año pasado.

Y es que el grupo Boluda no es una naviera cualquiera, sino la primera de España en tráfico de mercancías. Nacida en Valencia en 1920, hoy integra más de 70 filiales con una flota que supera las 170 naves.

La cuarta gabarra que opera en Algeciras pertenece a la Compañía Logística de Hidrocarburos (CLH) y sus características son muy similares a las del Spabunker IV en cuanto a antigüedad y capacidad.

PEQUEÑOS VERTIDOS

Dada su intensa actividad, no es extraño que protagonicen pequeños vertidos, sobre todo en el momento de efectuar las operaciones de carga y descarga. El 4 de agosto el mismo barco hundido ayer protagonizó uno de esos incidentes cuando trasvasaba fuel a los tanques de un gran petrolero. Un portavoz de la compañía Ciresa aseguró ayer que se había tratado de "algo menos de una tonelada" y culpó al petrolero de no calcular bien la capacidad de sus tanques. "Fuimos nosotros los que dimos parte a la autoridad marítima", aseguró.

En el caso del puerto de Tarragona, las gabarras se emplean con menor frecuencia, dado que la mayoría de petroleros se abastecen "mediante tuberías independientes o a través de camiones cuba", según fuentes de la Autoridad Portuaria de Tarragona. La gabarra se emplea aquí especialmente para "el suministro de navíos fondeados", que permanecen fuera del enclave.

"Es un sistema seguro que se ha creado con el dinero de empresas privadas", destacó Lluís Badia, presidente de la APT.