Hace dos años que acabó la carrera de Dirección y Administración de Empresas y ahora estudia el grado de Economía al tiempo que trabaja como camarera. Su intención es reunir el dinero suficiente para dar la entrada de un piso. A pesar de lo que está ocurriendo hoy en día con las hipotecas, no piensa en alquilar. "Preferiría comprar, para mí un alquiler es como tirar el dinero", afirma. Tiene experiencia laboral en hostelería, como azafata, promotora y también ha sido profesora de clases particulares, pero nunca ha tenido un sueldo lo bastante sólido y duradero como para dejar la casa de sus padres. "Somos dos hermanas y ahora solo quedo yo", explica, "soy la pequeña y por mis padres podría vivir aquí toda la vida, pero también quieren que tenga un futuro". Su pareja está en una situación similar a la de ella y también vive con sus padres, así que lo que ganan en trabajos a tiempo parcial da para cubrir sus gastos y para ahorrar el resto, pensando en formar un hogar. A pesar de ser muy buena estudiante, su formación, de momento, no le han permitido hacerse un hueco laboral en lo suyo. "Me gustaría trabajar en una empresa como contable y sigo buscando mientras estoy de camarera", asegura. Lo que descarta es crear su propio negocio. "No puedo montar una empresa porque no tengo capital para invertir", ni siquiera con compañeros de carrera. "Seguimos en contacto y estamos todos igual, si no podemos irnos de casa, difícilmente podríamos montar un negocio".