Tras el alivio del olivo durante la pasada campaña, cuando respiró después de darlo todo en la cosecha récord 2013/2014, se espera un incremento importante de la producción, aunque todo dependerá de las lluvias que puedan registrarse en las próximas semanas. Este periodo es clave, pues la aceituna suele terminar de hacerse en septiembre y octubre, por lo que el aumento de cosecha estará muy marcado por las precipitaciones a corto plazo.