Abordar cualquier sector de manera generalizada suele originar análisis erróneos y que se lleguen a conclusiones parciales que siempre perjudican a una parte. Es lógico que se intente regular la actividad cinegética, aunque la aplicación de medidas que no entran en el detalle puede provocar que paguen por lo que no se ha hecho antes un colectivo como el rehalero, fundamental para la celebración de la caza mayor. Por eso, traten de llegar a un acuerdo, negocien y flexibilicen posturas si de verdad no quieren poner en peligro lo que para muchos es una afición y no un negocio económico.