La Junta de Gobierno de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) celebrada ayer dio luz verde a la creación de la Comisión Permanente de Seguimiento de la Sequía, a constituirse en breve tras conocerse el último informe de sequía, con fecha del 2 de noviembre, que da cuenta de la entrada del sistema de regulación general en la situación de emergencia, lo que afecta directamente a los regadíos (afortunadamente, no es la temporada más sensible para restricciones en este campo) aunque por ahora no a los recursos de consumo humano.

La actual situación (el agua embalsada ya se sitúa en un 25,54% del total de capacidad de la regulación general) aún no implica que se saque un decreto de medidas concretas para este estado (la situación deberá prolongarse aún varias semanas más), pero sí afectará a decisiones del sistema general en cuestión de riegos. De hecho, fuentes de asociaciones agrarias han mostrado su temor por la continuidad de riegos de emergancia aprobados para explotaciones de cítricos y de olivares de regadíos, una muy pequeña parte de los cultivos de Córdoba, pero que están en una difícil solución tras el extremadamente caluroso verano y el seco arranque del otoño.

Eso sí, el propio presidente de la CHG, Antonio Ramón Guinea, aunque definía ayer desde Sevilla la situación como «complicada» para los regadíos, especialmente si se prolonga hasta la primavera, insitía en que para el abastecimiento humano «no se encuentra en tan mal estado y tiene aún una disponibilidad muy considerable», recogía la agencia Europa Press. Otras fuentes técnicas de la CHG estimaban que las reservas para abastecimiento humano estaban garantizadas para tres años.

LA SITUACIÓN, EN CIFRAS

En todo caso, las cifras son inquietantes. Un solo dato: el embalse de Iznájar, el de mayor capacidad de Andalucía y segundo de España, se encontraba en la mañana de ayer al 23,94% de su capacidad,, mientras que el total de los embalses cordobeses acumulaban ya menos del millar de hectómetros cúbicos, con 948,898 Hm3, el 27,81% de su capacidad. La situación de la cuenca del Guadalquivir (en la que se contabilizan el resto de embalses que no están en el sistema general) es algo menos grave y aún permanece en el nivel de «alerta», aunque previsiblemente pasará también al estado de emergencia en las próximas semanas, si no hay un cambio radical con precipitaciones notables. Hay que remontarse al 2008 para encontrar un nivel proporcionalmente tan bajo de reservas en los embalses cordobeses. Eso sí, la capacidad total actual es mayor que la de entonces, cuando aún no habían entrado en servicio los embalses de El Arenoso y La Breña 2.

PREDICCIONES PESIMISTAS

Capítulo aparte, las previsiones meteorológicas de la Aemet a corto plazo no son, ni mucho menos, optimistas. Hasta el próximo miércoles la probabilidad de lluvia en Córdoba y a lo largo de todos los días es de 0%, con máximas que rondarán los 22 a 23º C y que descenderán cinco grados más a partir del martes de la próxima semana. Frío pero sin lluvia. Por su parte, las mínimas estarán entre los 3 y los 7º C.

Hay que recurrir a servicios meteorológicos como accuweather.com para albergar algo de esperanza, ya que en el mismo sí se prevé una última semana de noviembre muy lluviosa. Más aún, buena parte del mes de diciembre en Córdoba registraría precipitaciones. Eso sí, a tan largo plazo la fiabilidad de estos pronósticos es notablemente reducida, además de contradecir en cierta forma las predicciones a medio plazo que tiene la Aemet, que es la de un mes de noviembre y de diciembre con una muy alta posibilidad de ser más secos de lo normal.