«El sistema eléctrico es una auténtica estafa y el Gobierno es cómplice, porque ellos han sido o serán consejeros de esas empresas, las puertas giratorias», explica Guillermo Contreras, coordinador del área de Ciudad y Energía de Ecologistas en Acción. Al ser preguntado por el estancamiento en la implantación de energías renovables, recuerda que «cuando entra el gobierno popular, lo primero que hace es frenar la instalación».

Los cambios en la aplicación de primas han supuesto, a su juicio, un problema para «montones de familias» que realizaron inversiones. A esto añade que «el Gobierno quería que se dejara de invertir para que pase lo que está sucediendo, que el precio de la luz se dispara y nadie es capaz de explicarlo». En esta línea, precisa que si las renovables no cubren la demanda se recurre a otras producciones y el sistema permite que el resto de centrales (nuclear, carbón...) cobren lo mismo que las de gas si finalmente se acude a estas, aunque su precio es mucho más elevado.

De otro lado, el co-coordinador de Energía de EQUO José Larios hace hincapié en «el frenazo» que ha supuesto la moratoria planteada por el Gobierno en el 2012 y destaca que a esto se suman otros aspectos como «el torpedeo» al autoconsumo. Así, alude a la implantación del denominado impuesto al sol en instalaciones fotovoltaicas, «que es el cobro por el uso de la red eléctrica cuando no se usa, porque si produzco en el tejado de mi casa, no uso la red», pero sí se paga cuando es necesario utilizarla. José Larios indica que esta medida comenzó por afectar a instalaciones superiores a 100 kilovatios y el pasado enero ya bajó a las de más de 10 kilovatios, a las que se cobrará con efectos retroactivos, según detalla. También comenta que ahora no se está exigiendo a las instalaciones pequeñas, las de viviendas, pero no descarta que pueda llegar este caso, porque «el real decreto no exime a nadie de esos peajes».

Sobre los efectos de la nueva situación de las renovables en el mercado laboral, desde EQUO señalan que la Agencia Internacional de la Energía «dice que España ha perdido la mitad de los puestos de trabajo» por la paralización en su desarrollo, ya que ha pasado de contar con 160.000 empleos a alrededor de 78.000. Asimismo, Larios concluye que «frenando las renovables se amortizan las centrales de ciclo combinado y se sobrepagan las hidroeléctricas y las nucleares, que ya están amortizadas».