El secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique, volvió a insistir ayer en que a partir de mañana se empiece a buscar «una solución política» al conflicto en Cataluña. «El sentimiento general respecto de lo que va a pasar mañana (por hoy) es un sentimiento de preocupación», comentó Echenique en declaraciones a los medios de comunicación antes de asistir al acto central de la 2ª Asamblea Ciudadana de Podemos Aragón para decidir la nueva dirección, algo que se dirimirá el día 5.

En este sentido, esperó que la jornada se desarrolle hoy de forma «festiva» en Cataluña, sin que ocurra «ninguna desgracia». Echenique recordó que es así como se realizó el referéndum del 9 de noviembre de 2014, aunque precisó que ahora la situación es distinta, ya que el Gobierno del Partido Popular esta vez ha decidido tener una política «completamente distinta». Mientras en la anterior convocatoria decidió «no reprimir», en esta «hay miles de policías y guardias civiles durmiendo, por cierto en bastantes malas condiciones, en el puerto de Barcelona», indicó.

Por todo ello, confió en que, a partir del 2 de octubre, las distintas fuerzas políticas se sienten a buscar una solución política a un conflicto que, en su opinión, es «político», y que «nunca» debería haberse judicializado «ni haber metido por dentro a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado».

Por su parte, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, también es partidaria de buscar una solución política. El viernes ya confirmó que hoy votará en blanco porque en las condiciones en que se celebrará el 1-O es el voto que más la «representa», aunque no el que desea, y expresó su apoyo a los actos de algunas asociaciones de padres, Ampas, en los colegios.

«Me gustaría poder votar un sí o no con convicción. En las condiciones actuales lo que más me representa es un voto en blanco», dijo Colau en una entrevista en la televisión local Betevé.

UN REFERÉNDUM PACTADO / La alcaldesa insistió en la necesidad de celebrar un referéndum pactado tras debates «exhaustivos» sobre el sí y sobre el no y manifestó su confianza en que la movilización del 1-O sea «masiva, familiar y pacifica».

Colau reiteró que ella no puede dar detalles sobre el dispositivo previsto por la Generalitat para el 1-O porque no se los han dado y no los conoce. A la alcaldesa de Barcelona solo le preocupaba «que se pueda hacer la movilización con la máxima normalidad posible» y no que Fiscalía pueda citarla, como ha hecho con alcaldes y directores de escuelas.

«Votar normal es evidente que no se podrá, desgraciadamente», reconoció Colau, que señaló como responsable de la situación al Gobierno del PP.

Colau también expresó su apoyo a las actividades que han convocado algunas asociaciones de padres, Ampas, en diversos colegios para que puedan ser centros de votación, a pesar de la orden judicial de cierre.

La alcaldesa destacó su apoyo a la Guardia Urbana y al resto de policías, en cuya profesionalidad y cooperación ha asegurado que confía plenamente.