La Dirección General de Tráfico (DGT) contará a finales del año que viene con unos 100 examinadores más, entre ellos, una treintena de militares que podrían incorporarse a este colectivo, en huelga desde mediados de junio para reivindicar mejoras laborales. El director general de Tráfico, Gregorio Serrano, hizo ayer este anuncio en la comisión de Seguridad Vial del Congreso, donde compareció a petición propia y del grupo socialista para explicar las medidas de su departamento respecto a los examinadores.

Serrano dio cuenta de las diferentes convocatorias que se llevarán a cabo para ampliar la plantilla, que actualmente es de 774 examinadores y que podría quedarse en 876 descontando las jubilaciones previstas este año y el próximo (unas 52), y añadiendo las incorporaciones que se pueden producir por varias convocatorias.

Tras explicar uno a uno los puntos del acuerdo al que llegaron la DGT y los examinadores en diciembre del 2015, que llevó a estos trabajadores a desconvocar una huelga, Serrano negó que se hayan perdido en los últimos paros --los lunes, martes y miércoles de cada semana-- 150.000 exámenes. Por el contrario, y contando con los que ayer no se realizaron, han dejado de hacerse por la huelga 65.000 pruebas prácticas, si bien precisó que en junio se hicieron 80.000, las mismas que en abril, cuando no había paros, pero menos que las 105.000 del mes de mayo.

Gregorio Serrano quiso romper una lanza en favor de Tráfico al afirmar que se ha «roto la cara» por mejorar las condiciones de los examinadores y lo ha hecho hasta la «extenuación». Frente a las críticas de la oposición, el máximo responsable de Tráfico resaltó las reuniones que ha mantenido con los huelguistas y precisó que en la última de ellas los examinadores le dijeron que no les llamaran más si no era para hacerles una oferta de subida de salario.

Serrano entregó a los grupos un dossier con información sobre el conflicto, que incluye el acuerdo de diciembre del 2015 que afectaba a la reclasificación de nueve colectivos con un total de 1.881 trabajadores de la DGT. Solo uno se ha puesto en huelga, remarcó. También reconoció que el punto número dos del acuerdo es el más conflictivo, toda vez que los examinadores consideran que se prometió una subida salarial que no se ha cumplido.