El río iba ayer crecido, y previsiblemente su caudal aumentará aún más. Sin embargo, la segunda gran inundación en Córdoba en un año no solo tuvo como responsable al alto caudal del Guadalquivir, sino a los arroyos del término municipal que ya el lunes con el Guadajoz anegaron Torres Cabrera y que ayer se desbordaron por barrios y parcelaciones del centro urbano y de la periferia, desde Alcolea a El Alamillo pasando por Miralbaida y, por supuesto, las parcelaciones del entorno del aeropuerto de la capital.

La opinión de los vecinos de esa zona va en la línea de que ha llovido sobre mojado. Majaneque, La Altea, Guadalvalle y Fontanar de Quintos registraron medio centenar de desalojos de viviendas, entre ellas todas las de las calles La Tórtola y La Perdiz, al igual que ocurrió en febrero, aunque ahora se vio ampliada esta medida a más parcelaciones que hace diez meses.

El presidente de la asociación San Isidro, Antonio Aranda, señaló a este diario que buena parte de esta situación se ha debido a falta de planificación y apunta hacia la Agencia Andaluza del Agua. "Sabían la predicción desde hace tiempo y es una triste vergüenza que diez meses después de una inundación esté ahora pasando lo mismo".

El Ayuntamiento puso en marcha un dispositivo de emergencia en la tarde del lunes y los responsables de distintas áreas se habían reunido en varias ocasiones al cierre de esta edición. El alcalde, Andrés Ocaña, estuvo visitando las zonas más afectadas el lunes hasta altas horas y ayer siguió su ronda. El regidor agredeció "la tranquilidad y el civismo de los afectados" y reiteró que aunque a media tarde bajó el nivel del agua "vamos a mantener este dispositivo".

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