La dehesa cordobesa se enfrenta al impulso de un plan director, por parte de la Junta de Andalucía, que está recibiendo críticas del sector al entender este, entre otras cuestiones, que no recoge de forma adecuada la relevancia de la actividad humana o de la ganadería en este espacio. El decreto por el que se aprobará esta iniciativa se encuentra en fase de borrador y la Delegación Territorial de Agricultura ha informado de que entre las estrategias de actuación se encontrarían un código de buenas prácticas de gestión, medidas para la mejora de la rentabilidad de las explotaciones, formación para técnicos, coordinación interadministrativa y simplificación de los procedimientos para la gestión, o cooperación en materia de investigación e innovación.

Desde el Gobierno regional también han señalado que se han recibido «más de 300 propuestas» para este documento, abundando en que se mantiene «una relación fluida» con los interesados «y se sigue trabajando para mejorar el texto con la participación activa» de entidades o particulares que apuestan por potenciar la dehesa andaluza.

En el grupo de las organizaciones que han planteado críticas al Plan Director de las Dehesas de Andalucía se encuentra Asaja Córdoba. El responsable de su área forestal y cinegética, Tomás Jurado, afirma que «el sector se ha opuesto rotundamente» a este documento, «porque no atiende a las necesidades reales de la dehesa». De este modo, sostiene que «le atribuye un perfil muy forestal y vinculado al medio ambiente, cuando es un ecosistema agrario», aclarando que «si quitamos a las personas, a la ganadería y a la agricultura, la dehesa se convierte en bosque mediterráneo».

Asaja Córdoba baraja datos de la Universidad de Huelva que confirman que estas formaciones tienen una importancia «muy grande» para la provincia, ya que, según sus cifras, contienen 387.000 hectáreas de las 943.000 que hay en la comunidad autónoma, por lo que concentran un 41% de estos espacios. Desde la asociación denuncian la existencia de «muchos problemas» que «están llevando al cierre de explotaciones» y apuntan algunos como los sanitarios, con la tuberculosis bovina o la enfermedad de la seca, que afecta a las encinas. Jurado También reivindica «que se pongan en valor los beneficios que tiene como ecosistema único» y recuerda que las ayudas forestales se esperan desde hace cinco años.

De otro lado, Francisco Casero preside la Fundación Savia, una entidad que ha solicitado, además de otras cuestiones, que se paralice el proyecto de decreto y se desarrolle un proceso «verdaderamente participativo». En su extenso documento de alegaciones, Savia coincide en que el plan director «no refleja la realidad de lo que es la dehesa» y detalla que «no está debidamente representada la dehesa con ganado que todos conocemos, que ha demostrado su vigencia y sostenibilidad durante siglos, y está considerada por todos los especialistas de ganadería como una auténtica joya social, cultural y medioambiental, localizada en las zonas rurales más pobres».

Casero cree que esta propuesta «no da respuesta a los temas de fondo ni recoge compromisos para una dehesa cuyo deterioro cuestiona su futuro».

Este plan director depende de las consejerías de Agricultura y de Medio Ambiente, por lo que un grupo de entidades (formado por Asaja, Savia, COAG, Ovipor, Fedehesa, Somos Sierra Norte, Adhesa, Encinal, Cooperativas Agrarias, Corsevilla y Ecovalia) dirigió hace algunos meses un escrito a la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, para mostrarle su rechazo al documento, haciendo hincapié en que el equilibrio de la dehesa depende de la coexistencia del árbol, el ganado y las personas.

Los datos de la Consejería de Medio Ambiente indican que Córdoba alberga una tercera parte de la superficie de dehesa de Andalucía, al contar con 361.675 hectáreas dentro de los casi 1,2 millones que se contabilizan en la comunidad autónoma.

En esta línea, la provincia destaca por la presencia de un ecosistema «único en el mundo», en palabras del delegado territorial de Agricultura, Francisco Zurera, quien sostiene que estos espacios «están ayudando de manera decisiva al mantenimiento de la población en zonas rurales». Entre otros aspectos, también apunta que en Córdoba hay registradas 2.121 explotaciones de ganadería extensiva, la mayoría de dehesa, con 224.273 animales.

En el ránking andaluz, Huelva ocupa el segundo lugar con 233.184 hectáreas (el 20% del total) y a esta le sigue Sevilla, que incluye en su territorio 181.087 (16%). Detrás aparecen Jaén, donde existen 117.937 (10%); Cádiz, que tiene 89.709 (8%); Granada, con 73.307 (6%); Málaga, que dispone de 57.524 (5%), y en última posición está Almería, con 40.553 hectáreas (cerca del 4%).

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