Biodiverxa une la alta gastronomía con la protección de la diversidad y la responsabilidad social y cultural de una restauración respetuosa con el medio ambiente. A grandes rasgos, esta es la filosofía de la empresa que creó en septiembre del 2016 la chef Miriam Cozar Núñez, junto con su socia Isabel Vélez Ortega, antropóloga y abogada. «Si algo me ha enseñado la cocina es que no hay nada imposible. Lo que pasa es que cuesta más tiempo», sostiene. Sus actividades engloban un abanico muy amplio desde talleres para plantar semillas, a charlas, a laboratorios de cocina para recuperar productos como el garbanzo de la campiña hasta asesorías para dietas saludables. Todo para «lograr un mundo sostenible y limpio». Para esta experta en gastronomía, «todo han sido dificultades, porque es una empresa autofinaciada y se vive al día. Todo se vuelve a invertir en el I+D de la empresa y se está invirtiendo a sangre ». Sin embargo, la mayor dificultad que tiene es «darle la vuelta al concepto de la gastronomía». Reconoce que contaron con ayudas de Andalucía Emprende y con el Ayuntamiento de Santaella, que les ha cedido una nave en la que han desarrollado su sistema de cocina de ruedas «con muy bajo impacto ambiental». Precisamente ayer, sábado, en Benamejí salieron a la calle con su cocina ecológica para ofrecer a los jóvenes durante el festival una dieta saludable, responsable y «con cero plástico». «Estamos contentos, porque no paramos de crecer en seguidores en las redes sociales y con proyectos».