La Semana Europea de la Movilidad persigue el objetivo de sensibilizar a la ciudadanía de la necesidad de asumir hábitos de movilidad sanos y sostenibles y modos alternativos al uso abusivo del vehículo privado en nuestra ciudad. La meta, ambiciosa, parte de la constatación de algunos datos y porcentajes que deberían hacernos reflexionar sobre cómo los vehículos han ido apoderándose de manera paulatina del espacio en las ciudades. En Córdoba, por ejemplo, el 30% de la superficie de la ciudad está dedicada al tráfico rodado.

Esta concepción del urbanismo que ha dado un papel fundamental al tráfico es causa y efecto de nuestros hábitos de movilidad, cada vez más dependientes de los vehículos. El Plan de Movilidad Urbana Sostenible (Pmus) de Córdoba advierte, por ejemplo, de que el 46% de los ciudadanos usa el vehículo privado como principal medio de transporte a pesar de que un 30% podría dejar de hacerlo y emplear un método alternativo como el transporte público, la bicicleta o los pies.

Por todo esto, algunas de las actividades planteadas en la Semana Europea de la Movilidad implicarán cortes de tráfico encaminados a concienciar de la necesidad de reducir el uso del coche. «Se trata de ir poco a poco convenciéndonos de que el coche privado es un elemento nocivo, no sólo desde el punto de vista medioambiental sino también desde el punto de vista de la salud», indica el teniente alcalde de Presidencia, Emilio Aumente.

La concejala de Infraestructuras y Medio Ambiente, Amparo Pernichi, por su parte, aporta otro dato para la reflexión: los altos niveles de dióxido de nitróggeno en la atmósfera de Córdoba y sus efectos en la salud. De hecho el año pasado la Junta de Andalucía hizo notar el empeoramiento de la calidad del aire, al haberse superado los niveles adecuados, y la ciudad tiene pendiente poner en marcha un plan de calidad del aire para tratar de frenar esa deriva. «Debemos ser conscientes de qué ciudad queremos. En España murieron el año pasado 16.000 personas por problemas derivados de la contaminación», añadió Pernichi, quien animó a reflexionar cada día sobre si realmente nos hace falta movernos sobre ruedas. «El coche solo debería cogerse en última instancia», dice. Un último dato, el año pasado la segunda causa de muerte por accidente de tráfico fue el atropello. Según la publicación Ciudades pensadas para caminar elaborada por la Red de ciudades que caminan, se produjeron 389 fallecidos en nuestro país por esta causa y la siniestralidad aumentó en las ciudades un 18%.