Si son inmorales precios de dos euros para un virgen extra, valores que están más cerca de los cuatro euros tampoco se comprenden. Sobre todo cuando a los ingresos de la venta hay que unir las ayudas de la UE. Las últimas reformas de la PAC eliminaron los mecanismos de regulación de los mercados, que permitían actuar cuando la tendencia no era la adecuada, como se ha producido durante tantas campañas en los últimos años. A esto hay que unir las consecuencias de esta tendencia en el consumo. Cuidado.