En los últimos seis años los cuerpos de seguridad han registrado en la provincia de Córdoba un total de 1.735 denuncias en las que los menores han sido víctimas de algún tipo de agresión, según se recoge en la respuesta ofrecida por el Gobierno al diputado socialista en el Congreso Antonio Hurtado, que formuló una batería de preguntas relacionadas con la violencia ejercida contra los menores en Andalucía. En la respuesta se recoge que en Córdoba, en el último año, el 2017, se contabilizaron 308 denuncias, cifra que es un 15% mayor que la registrada el año anterior cuando se registraron 266. Sin embargo, apenas supera en seis casos a los que se dieron en el 2015, cuando la cifra se quedó en 302.

Según se recoge en la misma respuesta, en Andalucía en el último año se contabilizaron un total de 17.926 denuncias, cifra que supera en un 2,82% a la registrada un año antes, pero un 0,69% inferior a la del 2015, cuando el número de casos se situó en 18.051. En cuanto a la tipología de los casos registrados, los más habituales son los del robo con violencia o intimidación, seguido de los malos tratos puntuales en el ámbito familiar, a la que se le une, como tercera causa más frecuente, los malos tratos habituales en el ámbito doméstico. El trato degradante ocupa también un lugar destacado.

OFICINA DEL MENOR / Por su parte, la Oficina del Defensor del Menor de Andalucía ha hecho también un balance de los casos registrados en el Sistema de Información sobre el Maltrato Infantil (Simia), en el que se recogen cuatro tipologías básicas de maltrato infantil, que son negligencia, maltrato emocional, maltrato físico y abuso sexual.

En el pasado año, en Andalucía, según el Simia, se registraron 3.135 notificaciones (verificadas) de maltrato infantil, cifra superior a la registrada el año anterior, cuando se contabilizaron 2.654. Este dato supone un incremento del 19,1%. Según esta misma fuente, un 86,9% de los casos proceden de los servicios sociales, un 6,1 del ámbito educativo y un 2,7% de los servicios sanitarios.

En cuanto a la gravedad del maltrato, un 62% de las notificaciones se refiere a casos de maltrato leve o moderado, mientras que un 38% es relativo al maltrato infantil grave. En lo que se refiere a la tipología, el Simia explica que cada notificación recoge de uno a cuatro tipos distintos de maltrato. En 2017, el 39,1% de las notificaciones están referidas al maltrato por negligencia, el 32,5% se trata de maltrato emocional, mientras que el 24,8% son casos específicos de maltrato físico. El abuso sexual se da en el 3,7% de los casos.

Al analizar la casuística por sexos, el informe que maneja la oficina del Defensor del Menor recoge que el 50,9% de las notificaciones recibidas hacen referencia a chicas y un 49,1% a chicos. Si se analizan los casos de abusos sexuales, se puede apreciar que el 74,4% de las denuncias o notificaciones recibidas tienen como víctimas a las niñas, igual que también el 51,9% de las referidas al maltrato físico también son chicas.

Por edades, el estudio refleja que el 38,5% de los casos recibidos están referidos a menores de entre 6 y 11 años; un 24,9% a chicos y chicas de entre 12 y 15 años, y un 17,4 a niños de entre 3 y 5 años. Los casos referidos a bebés de hasta dos años supusieron un 11,6%.

En este análisis por edades, los datos que maneja el Simia recogen que hasta los 5 años de edad, el maltrato más frecuente se produce por negligencia y el emocional es el segundo más frecuente. Entre los 6 y los 11 años aumenta la presencia del emocional, mientras que entre los 12 y los 15 crece el maltrato físico y aparece con mayor presencia el abuso sexual. En el último grupo de edad, el de los 16 y 17 años, es más frecuente el maltrato físico y el emocional.

También la Fundación de Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo (ANAR) tiene su propio informe sobre la violencia que sufren los menores. En dicho estudio se explica que el 73% de los casos de abusos sexuales que sufren los menores se produce en el hogar o en hogares del entorno familiar.