Cruz Roja presentó ayer la memoria anual de actividad del 2016, en la que se recoge que la entidad atendió a casi 70.000 cordobeses en situación de vulnerabilidad y exclusión a través de los distintos programas, que abarcan áreas como mujer e infancia, inmigrantes y refugiados, drogodependencia, mayores, cooperación o formación. La presidenta provincial de Cruz Roja, Cándida Ruiz, y el director de Intervención Social, Germán Ayala, dieron a conocer los datos de actividad tras un año en el que tuvo lugar el traslado de sede desde Sagunto a su ubicación actual en Cañada Real de Mestas, lo que, según Ruiz, complicó especialmente la actuación de la organización en la provincia. La presidenta, que lleva en el cargo apenas unos meses, centró su intervención en agradecer la labor de los 15.010 socios y de los 3.251 voluntarios «que regalan parte de su tiempo o su dinero a Cruz Roja», recordó.

A finales del 2015, Cruz Roja desactivó el llamamiento especial Ahora más que nunca, dirigido a recaudar fondos para los cordobeses en situación de extrema vulnerabilidad debido a la crisis económica. Pese a ello, una parte importante de los ingresos de la entidad, el 60%, siguen destinándose a paliar la situación de extrema vulnerabilidad de gran número de demandantes de ayuda. Más de 34.000 familias en Córdoba se benefician del programa de alimentos, ayudas sanitarias para la compra de medicamentos, económicas de primera necesidad, para combatir la pobreza energética con el pago de recibos de agua, luz o gas o para la escolarización de sus hijos. Dentro de este área, también se trabaja en la asistencia a personas sin hogar a través de la atención directa en la calle con la UVI móvil, como con proyectos específicos que ofrecen alternativa habitacional de emergencia financiados por el Ayuntamiento de Córdoba o la Junta de Andalucía. El 10% restante se destina a los distintos proyectos de empleo y lo demás «está muy atomizado en las distintas áreas de actividad», indicó Germán Ayala. Algo más de 54.000 ciudadanos recibieron atención individualizada de Cruz Roja a través de los proyectos que tiene la entidad mientras unas 14.300 se beneficiaron de actividades ligadas a la formación y sensibilización en materias diversas como salud, sexualidad o prevención de la violencia. Germán Ayala explicó que en el 2016, Cruz Roja Córdoba dispuso de una financiación de unos 7 millones de euros de los cuales algo más de 4,2 millones proceden de donaciones y subvenciones frente al resto, unos 2,7 millones de euros, que se recaudan de fuentes propias como aportaciones de socios (1,5 millones), prestación de servicios (782.200 euros) o el Sorteo de Oro de la entidad (472.412 euros).

Este año, según indicaron en la presentación, Cruz Roja ha establecido un nuevo sistema de extracción de datos que impide realizar la habitual comparativa con años anteriores con el fin de conocer la evolución de la realidad social de la provincia y de la demanda de ayuda por parte de los cordobeses a esta entidad social. Sin embargo, Germán Ayala explicó que la demanda de servicios sigue siendo muy intensa por parte de las personas en situación de exclusión, muchos de ellos casos que empezaron su declive a raíz de la crisis y que se han cronificado con el paso del tiempo. Sin embargo, detalló que «tenemos la impresión de que cada vez existen más oportunidades de empleo para estas personas a juzgar por los datos de inserción laboral que obtenemos». El 40% de las personas que pasan por los cursos de formación y los programas de emprendimiento o de empleo de Cruz Roja consiguen la inserción laboral, según Ayala, «un porcentaje que al parecer está por encima de los servicios de empleo de las administraciones públicas». El año pasado, esta realidad se tradujo en 373 contratos de trabajo. Estos datos fueron posibles gracias a que se han establecido «548 alianzas con 161 empresas cordobesas de distintos sectores, cada vez más implicadas en este tipo de programas». Respecto al perfil de los usuarios de Cruz Roja, «se concentran en jóvenes, mujeres en dificultad social y mayores de 45 años en situación de desempleo». Cruz Roja les ofrece, entre otras cosas, orientación, formación e intermediación con empresas.

Superada la fase más aguda de la crisis, según los distintos indicadores, el año pasado Cruz Roja se marcó una serie de nuevos retos como mejorar la atención a mujeres, niños y personas mayores. En el 2016 fueron atendidos 3.663 mayores en los programas de respiro familiar, el proyecto de localización de personas con deterioro cognitivo, teleasistencia móvil o domiciliaria y en el programa Enrédate y de envejecimiento activo y saludable. El programa de mujeres abarca intervenciones sociosanitarias con personas que ejercen la prostitución y gestiona un servicio telefónico para atender a víctimas de violencia de género que les ofrece atención inmediata 24 horas todos los días del año.

Los niños en situación de dificultad social son otro objetivo de la organización en esta nueva etapa, tanto para cubrir necesidades básicas de alimentación o ayudas escolares como para casos especiales que se atienden en el centro de acogida de Cruz Roja que, según recoge la memoria, «sirve de hogar en Córdoba a una decena de menores con algún tipo de discapacidad psíquica o alteración grave del desarrollo».

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