Lo que ocurrió en Córdoba con el plan Renfe no se ha vuelto a repetir a pesar de que el PGOU se redactó pensando en que el sector inmobiliario iba a experimentar un gran crecimiento y rápido. Ese nuevo barrio que hoy es el Vial Norte nació, creció y se pobló como por arte de magia y a pesar de sus precios prohibitivos. Lo mismo ocurrió con el entorno de Noreña. Sin embargo otros barrios nuevos no han corrido la misma suerte. El estallido de la burbuja inmobiliaria y la crisis económica que fue colándose en los hogares a partir del 2008 han impedido la construcción de más de 20.000 viviendas en una docena de barrios nuevos, a pesar de que algunos de ellos eran bastante prometedores.

De los más de 24.000 pisos recogidos en doce planes en los que los constructores tenían grandes expectativas, apenas se ha ejecutado el 15%, es decir, 4.000 en la última década. Es más, ni siquiera se han urbanizado los terrenos que iban a albergar la mitad de esas viviendas, lo que indica que no solo la ejecución se ha frenado, sino también la fase previa. En este parón han influido circunstancias como que los bancos han cerrado el grifo de la financiación, la existencia de estoc de vivienda que no anima a iniciar nuevos proyectos, la desaparición de las grandes constructoras que tenían gran parte del suelo, las dificultades que encuentran las que perviven, que gran parte de esos terrenos están en manos de los bancos, y que la caída de los precios hacen poco rentables proyectos para los que se invirtió mucho dinero en los terrenos. En definitiva, que hace una década el sector inmobiliario florecía y todo era planificar y ahora está de capa caída.

El Cortijo del Cura (O4) es una de las zonas en las que más viviendas se han levantado, aunque nació ya tocado por la crisis. Allí había previstos 1.500 pisos y se han ejecutado el 80%. También se ha construido, aunque no tanto como se esperaba, en Carrera del Caballo y Mirabueno, donde había capacidad para 997 y 886 pisos, respectivamente. Ahí el grado de ejecución puede ser similar al del anterior caso, pero sus expectativas no se han cumplido, sobre todo, en Mirabueno, donde no ha culminado la urbanización ni el tramo de ronda Norte que iba a acercar más el barrio a Córdoba ni hay perspectivas para ello.

Los dos barrios que van creciendo, aunque muy tímidamente, son la Arruzafa (O1) y ampliación del Zoco (O7). El primero se diseñó para acoger 1.800 pisos y hay poco más de 400 repartidos en varios bloques. El segundo se planificó con capacidad para 2.516 y solo cuenta con cerca de 600. Son dos barrios que dieron sus primeros pasos casi de la mano, en verano del 2012, y con los mismos problemas, que derivaron en la recepción de la urbanización con condiciones. Ambos sufrieron también las consecuencias de la paralización del plan de infraestructuras eléctrico y tienen otro de recogida neumática de residuos inútil. En la paralización del Zoco ha influido la riqueza arqueológica de su subsuelo, que alargó las obras de urbanización y las encareció. Por último, otro plan que prometía, con el Hipercor abanderándolo, Turruñuelos (05), avanza a ritmo lento. Junto al Hipercor iban 1.236 pisos y hay algo más de 200.