Cuarenta y cinco mujeres, 10 en Andalucía, 2 en Córdoba. Ese es el saldo mortal de víctimas de violencia machista que dejan las estadísticas en lo que va de año. Una cifra de muertes a la que hay que sumar la de mujeres que siguen durmiendo con su enemigo. Y es que, por más que denunciar pueda ser una salida al infierno de la violencia, hay condicionantes que impiden a muchas dar el paso. El principal, y más ahora en tiempos de crisis, es la dependencia económica, tal y como refleja un informe de la Fundación Adecco, del que se desprende que el 77% de las víctimas de violencia no tienen empleo en el momento de sufrir las agresiones, que el 96% reconoce que el temor a no encontrar empleo y verse sin recursos les hace alargar la situación y que, de haber tenido empleo "se hubieran sentido más fuertes y hubieran denunciado antes". No es de extrañar que de las asesinadas en lo que va de año solo un 18% habían denunciado. Córdoba no se libra de esta lacra. Aunque el número de denuncias ha crecido, según datos de la Subdelegación, la cifra de mujeres que renuncia a seguir el procedimiento judicial tras acudir a los juzgados ha pasado de 50 en 2012 a 58 en 2013. CCOO insistía ayer en esta idea. "La dificultad para denunciar crece debido a la crisis y las políticas de recorte empeoran y dificultan las condiciones para que las víctimas acudan a la justicia", recalcó la secretaria de mujer, Evangelina Cabanillas, quien además llamó la atención sobre el importante aumento de violencia sobre mejores.

En este contexto, las instituciones cordobesas protagonizaron ayer un aluvión de actos destinados a visualizar esta forma de "terrorismo", como la denominan los colectivos de mujeres, para quienes lo importante es "que no nos acordemos de las víctimas solo el 25-N". De este modo, trabajadores del Ayuntamiento, la Junta de Andalucía, la Diputación, la Subdelegación, la Universidad, miembros de CCOO, del Centro de Profesores de Córdoba, padres y alumnos de distintos colegios protagonizaron en la capital una multitudinaria marcha, concentraciones, charlas, lecturas de manifiestos y actos simbólicos en los que dejaron clara su postura de solidaridad a las víctimas y la condena al maltrato.

La delegada del Gobierno, Isabel Ambrosio, dijo que "el 25-N debe servir para dar fuerza a las mujeres para denunciar a los maltratadores". Bajo el lema Te mereces una vida mejor , la Junta anima a que la sociedad democrática erradique "los comportamientos verbales, gestos e ideología que considera que unas personas son dueñas de otras". En la misma línea, el alcalde, José Antonio Nieto, destacó que "el esfuerzo que se está haciendo en los últimos años va dando resultados en la creación de una conciencia cívica contra este tipo de actitudes" y que por ello, confía en que "la sociedad no desespere y que pronto veamos una caída significativa en el parte más dramático, el de las muertes". La presidenta de la Diputación, M Luisa Ceballos, que presidió un nuevo Pleno Extraordinario con presencia de la Plataforma Cordobesa contra la Violencia a las Mujeres, leyó un manifiesto que alerta de que "la violencia de género es una escandalosa realidad que, lejos de estar desapareciendo, cada día se extiende más y toma nuevas formas de hacer daño" y señala que "los agresores son hombres que basan su seguridad en la fuerza física o el privilegio ante las mujeres". Coincidiendo con el 25-N, la Diputación entregó ayer los distintivos de calidad del programa Emple 2012, un plan de incentivos a la contratación que este año ha reconocido el esfuerzo de 21 ayuntamientos y 7 empresas en la inserción laboral de mujeres en situación de especial vulnerabilidad.

La Subdelegación del Gobierno, iluminada de color púrpura y con un nuevo árbol símbolo de esta lucha, acoge hoy una jornada interdisciplinar sobre violencia de género. Así, el subdelegado, Juan José Primo, abogó por "aunar esfuerzos para hacer frente a este problema y dar una verdadera oportunidad a las mujeres que sufren violencia".