La reducción de la natalidad y el progresivo envejecimiento de la población cordobesa ha provocado que el número de mayores de 65 años supere por primera vez a los que tienen menos de 18 años. El 1 de enero del 2016 había en la provincia 145.983 personas mayores de 65 años, mientras que la cifra de menores de 18 se situaba en 145.225. Ambos grupos han seguido una tendencia contraria como consecuencia de la bajada de los nacimientos y el aumento de la esperanza de vida, lo que sitúa a Córdoba como la segunda provincia andaluza donde nacen menos personas por cada mil habitantes (8,8) y, por el contrario, se contabiliza también la segunda edad media más alta, con 42,3 años. Las consecuencias de esta tendencia apuntada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) se trasladan al empleo, al sistema de pensiones o al de salud. «La tasa de reposición no es suficiente. Se ha parado la natalidad y las políticas de apoyo al cuidado a los hijos no han sido suficientes o no han servido para estimular el número de hijos en las familias», asegura Manuel Pérez Yruela, investigador del Instituto de Estudios Sociales Avanzados (IESA-CSIC). Por eso, considera que se deben adoptar medidas para incentivar la estabilidad en el empleo modificando la reforma laboral.

Desde el inicio de la democracia no se registraba una tasa de nacimientos más baja, situándose a la mitad de los que se contabilizaban en 1975 (17,4 nacimientos por cada mil personas). Además, con el incremento del número de personas mayores de 64 años, la tasa de dependencia no ha dejado de crecer. Así, el 28% de los cordobeses tiene 65 o más años, un porcentaje que se queda lejos de otras provincias como Almería (21,6%), Cádiz (22,8%) o Sevilla (23,5%), aunque está en los niveles de España (28,7%). En este progresivo envejecimiento incide también el crecimiento de la esperanza de vida de los cordobeses al nacer, que al comienzo del 2016 se situaba en 82 años, la más alta de las ocho provincias andaluzas. Esta evolución ha provocado que el número de cordobeses con más de 50 años (303.652) duplique a los que tienen menos de 18 (145.225). El problema, como aseguran expertos como Antonio Abellán. investigador del departamento de Población del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). es que la fuerza de trabajo sigue menguando. Por ello, propone medidas para renovar la población, con más incentivos para conciliar vida laboral y familiar para madres y padres, una mayor integración de los inmigrantes o alargar la vida laboral de los trabajadores. Analizando las previsiones demográficas, desde el CSIC se advierte de que en el año 2050 las personas mayores habrán duplicado sus efectivos actuales, mientras que la población en edad laboral (16-64) y los niños (0-15) habrán reducido su presencia en la pirámide poblacional. Entonces, los mayores triplicarán la cifra de niños. No hay que olvidar que la generación del baby-boom iniciará su llegada a la jubilación en torno al 2024. Pérez Yruela considera que la toma de decisiones sobre el futuro del sistema público de pensiones se debe abordar ya. «Hay que plantear la cuestión para hacer sostenible el sistema de pensiones. Espero que se tomen medidas en esta legislatura», asegura. A esto hay que unir también los efectos en el sistema público de salud. Mientras que se ha ido reduciendo la morbilidad hospitalaria en la población infantil y joven, ha aumentado en los mayores. Así, más del 40% de todas las altas hospitalarias en Córdoba corresponden a los mayores de 65 años, contabilizándose, además, estancias más largas en los centros hospitalarios. En el 2015, de las 71.406 altas hospitalarias registradas, 31.505 correspondieron a personas con 65 o más años (44,1%).