Al igual que otras actividades económicas, el juego privado también se apunta a la tendencia de la recuperación en la provincia de Córdoba. Bingos y máquinas tragaperras encadenaron el año pasado el segundo incremento anual consecutivo en el importe que le destinaron los cordobeses, al registrar un volumen de juego próximo a los 144 millones de euros, una cifra que fue un 5% más elevada que la anotada en el ejercicio 2015.

A pesar de esta subida y de lo llamativo del dato, cabe recordar lo alejado que se encuentra respecto al pico que se registró en el 2008, que fue de 185 millones de euros, coincidiendo con el primer año de una crisis económica que todavía no había provocado sus peores efectos entre las familias de la provincia. Tras este ejercicio comenzó una caída que tuvo un leve repunte en el 2010 y que se frenó, aparentemente, en el 2015. De este modo, el importe destinado al juego privado ha vuelto a subir en Córdoba, pero en el 2016 todavía se invirtieron 41 millones de euros menos que ocho años antes, lo que supone que la cantidad actual se encuentra un 22% por debajo en términos porcentuales.

La información de la Consejería de Hacienda y Administración pública apunta que Córdoba está a la cola de las provincias andaluzas por el dinero empleado en bingos y tragaperras (no tiene casinos), y que los andaluces jugaron el año pasado 1.828 millones de euros, también un 5% más en tasa interanual. En esta línea, Málaga ocupa el primer puesto con 477 millones de euros jugados. La siguen Sevilla, con 399 millones y, a más distancia, Cádiz, con 271 millones; Almería, donde se dedicó a esta actividad cerca de 157 millones de euros; Granada, con 153 millones; Córdoba, con la cuantía ya referida; Huelva, donde se jugaron 122 millones, y Jaén, con 106 millones de euros.

Por otro lado, hay que matizar que si el volumen de juego alcanzó los 144 millones de euros en la provincia, el gasto real efectuado por los cordobeses, que se obtiene restando a lo jugado la cantidad percibida en premios, fue próximo a los 37 millones de euros. Teniendo en cuenta este número y el de la población, la estadística indica que cada cordobés habría jugado 46,5 euros, diez euros menos que la media andaluza.

En cuanto a las distintas modalidades de pasatiempos, los cordobeses jugaron 11,4 millones de euros en las tres salas de bingo que hay instaladas en la provincia, donde el gasto real fue de 4,3 millones de euros, una vez que recibieron sus premios. Suponiendo que toda la población acudiese a estos locales, cada persona habría invertido 5,4 euros. Estas cantidades fueron muy similares a las registradas el año anterior, por lo que en el caso de los bingos el aumento de la actividad ha sido prácticamente imperceptible y tampoco ha subido el número de salas. A modo de comparación, se puede indicar que en el 2007 los cordobeses jugaron 28,3 millones de euros en el bingo, por lo que en los últimos años la cuantía ha caído más de la mitad.

De hecho, la estadística apunta que la mayor parte del juego privado en Córdoba se localiza en las máquinas tragaperras, de las que contaba el año pasado (en concreto, de tipo B) con 2.726, casi un centenar más que en el 2015. Los cordobeses emplearon en ellas 132 millones de euros y el gasto real, la cantidad que perdieron una vez descontados los premios, fue de 33 millones, por lo que cada ciudadano habría gastado alrededor de 42 euros. De acuerdo con este resultado, los cordobeses jugaron el año pasado 6,5 millones de euros más en máquinas que un ejercicio antes, un incremento significativo, aunque el dato todavía no se aproxima a los 158 millones de euros jugados en el 2010, el año que ha registrado el dato más alto de la última década.